Ante los pronósticos que indican que a partir de esta semana se tendrán valores cercanos a los 40 grados, comerciantes instalados en centrales de abastos en Hermosillo ya se preparan para evitar mermas o afectaciones en sus productos y ventas.
En un recorrido hecho por el Mercado Francisco I. Madero al poniente de la ciudad, algunos locatarios y empleados comentaron que al llegar el verano suelen modificar los procesos internos para reducir el riesgo de que los productos se echen a perder.
Jorge López mencionó que la indicación que recibe es no exponer durante mucho tiempo las verduras al sol, debido a que suelen mallugarse muy rápido y acorta el tiempo de utilidad.
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"Aquí viene la gente y quiere todo fresco, del día, pero si dejamos, por ejemplo, el tomate, la papaya, el melón u otras frutas que son delicadas, se pueden pudrir y nadie las quiere así", comentó.
Para algunos administradores y propietarios esta temporada es complicada, pues se ven en la necesidad de tener que encender la totalidad de refrigeradores que disponen o bien, adquirir algunos extras para almacenar los productos perecederos.
"Cuando hace frío, en el caso del pollo o las carnes, aguantan cierto tiempo expuestas al ambiente, pero con el calor no se puede, vale más meterlas a congeladores o refrigeradores para que tengan una temperatura adecuada, porque si se echan a perder luego los que perdemos somos nosotros", expuso el encargado de un negocio.
A diferencia de la temporada invernal, la mayoría de los establecimientos resguardan en la sombra las cajas de frutas y verduras, así como otros alimentos empaquetados, porque el dejarlos a la intemperie es casi seguro que se echarán a perder, mencionaron.
Uno de los vendedores de tomate al mayoreo expresó que, al no contar con refrigeradores en su negocio, lo que hace es comprar la mitad del producto, justo lo que estima que venderá el mismo día.
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"Yo vendo un promedio de 80 cajas por día, pero cuando hace calor viene menos gente, por eso mismo, ahí pido unas 40 cajas nomas, porque no tengo donde guardarlo", exclamó.
Para los propietarios de abarroteras, fruterías, carnicerías y demás, el encender aires acondicionados, aparatos de congelamiento o neveras implica duplicar o triplicar su facturación ante la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por ello esperan con ansias que llegue el otoño para tener una tregua en el costo de ese servicio.
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