El sector pesquero en Sonora se encuentra en peligro debido a diferentes factores, poniendo en riesgo hasta el 68% de los pescadores de la entidad, quienes podrían caer por debajo de la línea de pobreza si no se toman medidas al respecto.
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Renata Terrazas, directora ejecutiva de Oceana en México, aseveró que este porcentaje equivale a unos 15 mil pescadores que podrían estar por debajo de la línea de pobreza si el Gobierno no implementa acciones y políticas públicas claras en el mediano y largo plazo para sacar adelante el sector.
Uno de los principales motivos que han derivado en esta situación, dijo, se debe a que el Instituto Nacional de Acuacultura y Pesca solamente reconoce a un 25% de las pesquerías en deterioro o declive, sin embargo, esta información resulta conservadora.
Detalló que la pesca ilegal y el deterioro de las pesquerías podrían reducir entre 10 y 40% el volumen del producto que se puede pescar y la pérdida de certificación para exportar camarón a Estados Unidos, podría representar un grave riesgo para miles de familias.
“Hay investigaciones que hemos revisado y que hemos hecho nosotros mismos en la auditoría pesquera donde identificamos un mayor número de pesquerías en riesgo. Esto tiene un impacto muy puntual en la vida de los pescadores, lo primero es que se reduce la abundancia de las especias, cada vez hay menos captura o se pesca más lejos.
“Lo segundo es que hay un problema cuando el impacto lo reciben los pescadores de un estado determinado, pero la respuesta tiene que venir de la autoridad federal. Hemos visto en Sonora que ante este reto del declive de la pesquería, también ha crecido la pesca ilegal y la pérdida de certificación para la exportación de camarón hacia Estados Unidos en mayo de este año”, explicó.
En ese sentido, con la pesca ilegal y la pérdida de certificación para la exportación de camarón, la pesquería de mayor valor, esto implicaría pérdidas para el sector, afectando entre 15 mil 700 y 3 mil 500 pescadores sonorenses si las autoridades estatales y federales no toman medidas al respecto.
Para ello, es necesario que el Gobierno de Sonora tenga un acercamiento con la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), pues es una oportunidad para trabajar coordinadamente para atender estas problemáticas, aunque esto implica una intervención más allá de programas sociales.
Sonora es el mayor productor pesquero en el país pues durante el 2018 su pesca representó el 34.32% del total nacional, además el Estado cuenta con la participación de 23 mil 162 pescadores, 62 plantas pesqueras, 329 embarcaciones mayores y 6 mil 146 embarcaciones ribereñas.
Estas últimas, comentó Terrazas, son las de mayor importancia social, ya que resultan fundamentales para el desarrollo económico y la sustentabilidad alimentaria de Sonora; asimismo, de acuerdo a datos de Oceana, entre 68% y 15% de quienes se dedican a la pesca en Sonora, podrían quedar por debajo de la línea de pobreza si no se garantiza un futuro sustentable para la pesca en la entidad.
“Lo primero que podría hacer el Gobierno de Sonora es hacer un censo pesquero. Estamos pescando a ciegas, en México no sabemos quiénes pescan, cómo pescan, hay mucho desorden alrededor de quiénes son pescadores y quiénes no, es información que se necesita para cualquier programa social, ya sea asistencial, productivo o para promover la competitividad”, aseveró la directora de la organización.
Recordó que durante la campaña, el hoy gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, dedicó un planteamiento importante sobre el sector, por lo que el problema se ha identificado y se ha propuesto la creación de un centro pesquero que resulta fundamental para conocer la situación de los pescadores en Sonora.
“Hay dos cosas que se pueden hacer y que no están en manos del Gobierno de Sonora, la primera de ella es la Conapesca, que tiene guardado un proyecto de Norma Oficial Mexicana para la trazabilidad de pescados y mariscos. En este proyecto de norma, México podría construir la confianza en los estándares internacionales, que dudan sobre la procedencia legal del producto mexicano”, agregó.
En este caso, la norma permitiría distinguir a las embarcaciones que tienen o no los dispositivos para excluir tortugas marinas de sus redes, cuya falta en barcos camaroneros hicieron perder la certificación de exportación a principios de mayo del año en curso, podría distinguir las embarcaciones ribereñas que pongan en riesgo a las tortugas, además de abrir ofertas para diferentes mercados.
Por ello, es importante que esta norma se apruebe para que México se convierta en la vanguardia de estos estándares para la exportación de productos pesqueros y que combata a la pesca ilegal en el mercado.
“Segundo, se requiere la creación de una reforma legal que permita la restauración pesquera. Y es que en México podemos degustar una pesquería y no hay responsabilidades claras de lo que se tiene que hacer para restaurar esa pesquería. Podemos pescar hasta ahogar una pesquería importante y no hay medidas institucionales para restaurar su población y evitar que se continúe reduciendo su conservación”, advirtió Terrazas.
A todo esto se suma la relevancia que tiene la protección y conservación de los océanos, mismos que tienen también un gran potencial alimentaria al encontrarse en ellos la proteína animal con menor huella ambiental y que puede alimentar a una población con bajos nutrientes y caminar hacia la independencia alimentaria en México.
Para ello, reiteró Terrazas, se requiere de información actualizada y tomar medidas necesarias para evitar destruir la pesquería y su hábitat, por lo que Sonora se encuentra en una posición inmejorable para lograrlo al ser el primer Estado en producción pesquera y el segundo en valor, después de Sinaloa.
Sonora tiene acceso a infraestructura que le permite exportar y que podría construir los canales que se requieren para trabajar con la Federación en beneficio del sector productivo para evitar que miles de familias caigan bajo la línea de pobreza.