Permitir que Hermosillo continuara en color amarillo dentro del semáforo epidemiológico fue una buena decisión por parte de la alcaldesa Célida López Cárdenas, aseguró Arturo Fernández Díaz-González.
El titular de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Sonora Norte expuso que uno de los temas controversiales y de discrepancia entre el estado y el municipio es que se redujeron el número de pruebas que se realizan.
“La taza de contagios entre la gente a la que se le aplica la prueba aumentó dramáticamente, esto es perfectamente explicable porque se redujo el número de pruebas y las que se aplican son a aquellas personas que manifiestan los síntomas más distintivos del virus”, acotó.
La Coparmex ha manifestado previamente que las medidas establecidas por el Comité Estatal de Salud excluyen las observaciones que podrían tener economistas, sociólogos, psicólogos o empresarios.
Fernández Díaz-González sostuvo que las decisiones sobre el control de la pandemia no pueden hacerse únicamente tomando en consideración el factor sanitario, descartando el impacto social, económico y psicológico que tendría en los sectores patronales y laborales.
Recalcó que después de siete meses es sumamente duro para la economía familiar estar sin empleo, lo cual tiene un impacto en la seguridad, violencia familiar, drogadicción, prostitución y males sociales que vienen acompañados de un deterioro en la economía.
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“Estamos de acuerdo con lo que dice la Presidenta Municipal, no estamos de acuerdo con la postura que está tomando el gobierno del Estado, no estamos de acuerdo con que se ignore al sector productivo y a la economía y se pretenda argumentar que es una decisión meramente sanitaria”, añadió.