Más de 10 mil personas acudieron ayer al Panteón Municipal de Hermosillo ubicado en la colonia El Sahuaro, a fin de visitar a los seres queridos que se adelantaron en el camino de la vida.
Desde temprana hora, las personas comenzaron a acudir al camposanto, en el cual había presencia de la Policía Preventiva y Tránsito Municipal para mantener el orden y la seguridad requerida.
Vendedores de comida y arreglos florales aprovecharon el Día de los Muertos para instalarse en el exterior e interior del cementerio para ofrecer sus productos.
Las miles de personas llevaban consigo cubetas, recogedores y escobas para limpiar la lápida en donde yacen los restos de sus familiares, además de las tradicionales coronas y demás arreglos florales para homenajear la memoria de quienes ya no están con vida.
El mausoleo de los niños víctimas del incendio de la guardería ABC se encontraba cerrado y sin ningún padre o madre en su interior, sin embargo, algunos curiosos se asomaban desde el exterior para observar las fotografías de los infantes.
Algunos “taca-tacas” se encontraban trabajando, ofreciendo la interpretación de canciones de la música popular mexicana, mientras que los familiares recordaban los buenos momentos que vivió el festejado.
Por su parte, la familia Andrade Espinoza contaba con una bocina y un micrófono para cantarle personalmente al señor Francisco Javier Andrade Montaño, quien hace 16 años perdió la vida a causa de una enfermedad en el pulmón.
Francisca Andrade Espinoza, hija mayor de don Francisco, comentó que se ha vuelto una tradición visitarlo cada año junto con toda la familia.
“A mi apá vinimos a visitar todos los años como tradición, vinimos toda la familia, viene mi amá, mis hermanos y sobrinos. Él era muy alegre y le gustaba mucho también visitar a los muertos en su día”, aseveró.
Contó que Francisco Javier murió a los 54 años de edad y que por una grave enfermedad en el pulmón se adelantó en el camino pero dejó un legado de 10 hijos, 37 nietos y siete bisnietos.
Originario del municipio de Moctezuma, el hoy homenajeado se dedicaba a la creación de figuras de vidrio y aluminio, además que hubo un momento en el que se dedicó a la venta de la nuez, compitiendo arduamente contra otra persona que vendía naranjas, contó Francisca entre risas.
“Le gustaba mucho cantar, fumar, y contar charras y pasarla bien, le gustaba mucho Rocío Dúrcal, Vicente Fernández. También me acuerdo cuando íbamos mucho al pueblo, me llevaba mucho a las fiestas con él, año tras año, allá en Moctezuma”, externó.
Hoy en día recuerdan a su padre como un hombre trabajador, alegre y que veía siempre cómo ayudar a la familia.