Son ya 66 años en la docencia para Alicia Hurtado Bringas

Una vocación, una tragedia personal, el amor a los niños y un enorme afán de superación han hecho posible la historia de la maestra

Leonardo Rodríguez

  · miércoles 15 de mayo de 2019

Foto: Leonardo Rodríguez

Una vocación, una tragedia personal, el amor a los niños y un enorme afán de superación han hecho posible la historia de la maestra Alicia Hurtado Bringas, quien desde muy pequeña solo deseaba una cosa: formar parte del magisterio, donde lleva ya 66 años de noble trayectoria.

Homenajeada por la Secretaria de Educación y Cultura (SEC) por sus más de seis décadas de carrera, la maestra Alicia recordó que su principal objetivo era educar, pero los tiempos que se vivían en la primera mitad del siglo XX no eran un ambiente amable para la superación personal de una mujer, y su padre no le permitió llegar a las aulas.

Sin embargo, la tragedia cayó sobre su familia con la muerte de su papá, pérdida que no obstante le abrió las puertas a la superación, iniciando su carrera magisterial en 1953, ejercicio que no ha dejado hasta la fecha, pues actualmente supervisa una zona escolar al Norte de la ciudad.

“Desde chiquita me gustó mucho el magisterio, desde que estaba niña dije, voy a ser maestra, pero no me dejaban en mi casa en la secundaria, pero se enferma mi padre del corazón, muere y de ahí”, dijo la profesora.

Tras esto, inició trabajos en diversas instituciones en varios municipios del estado, labor que empalmaba con la profesionalización de su oficio, pues con el tiempo se convirtió en Licenciada en Educación por la Universidad Pedagógica Nacional.

Después de 30 años de carrera magisterial, la profesora Alicia logró subir en el escalafón institucional y actualmente se desempeña como supervisora, con 30 jardines de niños a su cargo.

“Ahorita tengo bajo mi responsabilidad a 30 jardines, 27 oficiales y 3 particulares que están para el Norte, pero estoy muy a gusto porque están muy preparadas y me ayudan mucho las directoras, no tengo que estar regañándolas, pero sí ayudándolas en todos los problemas que tengan y diciéndoles que con amor se puede subir hasta arriba”, señaló.

El tener a tantas docentes de nuevas generaciones a su cargo, dijo, siente la oportunidad de educar, pero ahora desde otra perspectiva, inculcando a las nuevas profesoras los valores del trabajo, dedicación y amor a los estudiantes, cualidades que la han llevado a ella a más de seis décadas de profesionalismo y superación.

“A cada rato les digo: ‘es la carrera más bonita, la que más nos inculca y prepara en primer lugar con valores teniendo ahí desde chiquitos a los niños, siempre deben ser positivas, humildes, trabajadores y responsables sobre todo’”, afirmó.