Por ser Sonora una región considerada semidesértica con un clima extremo y variable, así como con escasez de agua, representa un foco rojo ante el cambio climático en México y las alteraciones se han percibido con más frecuencia, resaltó América Lutz Ley.
La doctora en Ciencias de los Recursos de Tierras Áridas por la Universidad de Arizona expuso que todos los estudios sobre el clima futuro en el Estado indican que habrá aumentos significativos en la temperatura para mediados y finales de este siglo, una alta variabilidad en la lluvia, con una tendencia a la baja en el largo plazo, además de sequías más prolongadas y severas.
Algunos de estos efectos ya se pueden observar en la entidad, pues tan solo entre el 2020 y el 2021 se registró uno de los periodos de sequedad más críticos que aniquiló más del 50% del ganado en Sonora, mientras que en 2022 en un solo fin de semana llovió el 87% de la media anual.
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Las viariaciones climáticas en el Estado implican impactos sobre el agua que a la fecha tenemos disponible, así como en las actividades agropecuarias y pesqueras por el efecto que el calentamiento tiene sobre el mar, por ejemplo entre 2020 y 2021 se dejaron de sembrar más de 35 mil hectáreas, de 90 mil, solo en el Valle del Mayo por la sequía.
Lutz Ley expuso que sumado a esto también se prevé una afectación derivado del uso desmedido de recursos y la escasa regulación de parte de los gobiernos en actividades agropecuarias y de la minería, lo cual puede producir conflictos en el futuro, cuando haya mayores impactos sobre el agua y la tierra.
¿Cómo influye el factor humano en el cambio climático?
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas , la definición del cambio climático en su apartado de Acción por el Clima se refiere a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos con el llamado efecto invernadero.
Estos cambios pueden ser naturales, a través de las variaciones del ciclo solar, sin embargo, las actividades humanas han acelerado los procesos y han sido el principal motor del cambio climático debido a la quema de combustibles fósiles como el carbón, petróleo y gas, que generan emisiones que actúan como una manta que envuelve a la Tierra, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas.
Debido a esto, los principales efectos son los aumentos en la temperatura promedio de la superficie terrestre y de los océanos, patrones de lluvia alterados y variabilidad e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos como son los huracanes, inundaciones por lluvias extremas, olas de calor y sequías agudas.
Al respecto, la también investigadora del Centro de Estudios del Desarrollo de El Colegio de Sonora, coincidió en que se tendrán ajustes en los patrones climáticos de largo plazo que se deben a factores naturales como antropogénicos.
“Lo que se ha observado en las últimas décadas es que los factores llamados “antropogénicos”, es decir, aquellos relacionados con la actividad del ser humano, son hoy en día la causa más importante del cambio climático, debido a las actividades económicas y altos niveles de consumo de energía, combustibles, recursos naturales y productos en general, que provocan el efecto invernadero, siendo el bióxido de carbono el principal factor”.
Este es tal vez el problema más grave y complejo que enfrentará la humanidad en lo que queda de este siglo y se combinará con otros problemas globales, como se acaba de ver con la emergencia del coronavirus, advirtió.
Lutz Ley mencionó que los estudios que se han desarrollado en diversas partes del mundo establecen que la temperatura global superficial promedio entre 2001 y 2020, es casi un grado centígrado más alta que en todo el periodo de 1850 a 1990, donde Sonora ha roto récords de temperatura varias veces en los últimos años.
En Sonora en el 2017 se promulgó la Ley Estatal de Cambio Climático, sin embargo no se observa una estrategia integral para mitigar los gases de efecto invernadero o para ayudar a las comunidades a adaptarse a sus efectos.
“Esto hace ver que no es una prioridad estatal y mucho menos federal, ya que las políticas de desarrollo van en dirección contraria a la de mitigación del cambio climático, es por ello que hay organizaciones y personas que están trabajando para mitigar la situación”, señaló.
En ese sentido, añadió que en Hermosillo hay gente que quita sus árboles para no gastar agua, pero es necesario comenzar a ver la vegetación no como un gasto, sino como una inversión ambiental que ayudará con el clima, y además promover las especies nativas, que resisten mucho mejor las condiciones climáticas de la región.
¿Hay solución para el cambio climático?
En el caso de una posible solución a los efectos del cambio climático, especialistas adscritos al Departamento de Investigaciones Científicas de la Universidad de Sonora (Dictus), consideran que dicha situación posiblemente no se pueda revertir, sin embargo, con mayor información se puede reducir los impactos.
José Raúl Romo León, investigador Nivel Uno del Dictus, quien ha efectuado estudios sobre el cambio de paisaje y uso de suelo debido a las condiciones climatológicas extremas, dijo que este proceso es uno de tantos que está dentro de los fenómenos que impulsan la presencia del cambio climático en materia agrícola y urbana.
El también maestro de Seminario y de Sistemas de Información Geográfica en la carrera de Biología y Posgrado en Biociencias, externó que junto con otros investigadores han efectuado una serie de artículos cientificos relacionados con el cambio de uso de suelo y sus efectos.
Explicó que una de las alternativas para aminorar los daños por el cambio de uso de suelo es brindar mayor información sobre las repercuciones que esto genera en materia climatica, ya que contribuye al incremento de los gases de efecto invernadero pues la vegetacion es la primera en verse afectada.
Recordó que el cambio climático viene desde la Revolución Industrial, donde ya se analizaron los gases que producen el cambio climático, y a pesar del tiempo siguen presentes dichas condiciones, que solo se van a reducir con mayor información y participación de la comunidad.
“Desde la trinchera de la ciencia, la investigación y la docencia, se busca informar a la sociedad en general de lo que podría suceder, en caso de seguir el uso indiscriminado de los fenómenos que provocan el cambio climático”, abundó.
El académico de la Unison opinó que es necesario que en México se divulga la ciencia a los tomadores de decisiones, desde el ciudadano común, hasta quienes representan algún ente público, con la finalidad de hacer lo mejor posible por cambiar la situación, sin embargo, la comunicación de la ciencia en los gobiernos sigue siendo el “Talón de Aquiles”.
Aclaró que eso no significa que las instituciones de gobierno estén en contra de las investigaciones, pero si hace falta una mayor comunicación para mejorar la toma de decisiones y con ello aplicar medidas que puedan reducir los daños ambientales.
Por su parte los investigadores Julio César Rodríguez y Fidencio Cruz Bautista, académicos del Departamento de Agricultura y Ganadería de la Universidad de Sonora, coinciden en que el cambio climático junto con la agricultura son parte de las afectaciones del efecto invernadero que producen las sequías recurrentes en la entidad.
En el ámbito de las competencias de cada instancia en materia de agua, afirmaron que existe la suficiente normatividad como la Ley Nacional de Aguas y Ley de Agua del Estado de Sonora, para que los usuarios y Gobierno estén preparados para cualquiera situación de sequedad, esto para actuar en consecuencia.
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A pesar de ello, cada vez que sucede la escasez de agua se vuelve a poner en discusión pública, la disponibilidad, las prioridades, costos de extracción y operación del recurso hídrico a nivel estatal y nacional.
Las acciones para enfrentarlo
En tanto que el Ayuntamiento busca promover por medio de campañas de difusión y comunicación las medidas de eficiencia y ahorro de energía, así como acciones para mitigar los efectos del cambio climático.
Entre las actividades municipales, está el fomentar y promover programas permanentes dirigidos a la mitigación del cambio climático, como la incorporación de patrullas eléctricas, un inventario municipal de emisiones de gases de efecto invernadero, una patrulla verde dedicada a la recolección de basura, entre otros proyectos de sensibilización ciudadana.
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