Este 16 de marzo se cumplen dos años desde que se confirmó el primer caso de Covid-19 en Sonora. Durante ese periodo, la población atravesó por momentos de crisis económica, muerte y una gran incertidumbre.
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Tras 24 meses, actualmente se ve un visible cambio en las condiciones en las que se encuentra la ciudadanía, pues el semáforo de riesgo epidemiológico, tanto local como nacional, coloca a la entidad en color verde, que refiere bajo riesgo.
Hace dos años, las condiciones eran diferentes: las calles permanecían vacías mientras que los hospitales se saturaban cada día más y los hoteles se convertían en clínicas temporales o zonas de cuarentena.
Aunque hoy el riesgo es menor, esto no significa un descanso, ya que desde 2020 hasta la fecha, Sonora ha acumulado más de 162 mil 934 casos registrados por el virus y más de 10 mil 08 personas perdieron la batalla contra el SARS-CoV2, con ello, se puede dar cuenta de la magnitud de la crisis sanitaria.
En marzo de 2021, la Secretaría de Salud (SSA) en Sonora, mencionó que la pandemia por Covid-19 arrojó conocimientos para cuidarse de la enfermedad, sobre todo informó sobre el comportamiento de la misma dentro de los grupos sociales.
Además se fortaleció el uso de múltiples medidas como como la sana distancia y el uso de cubrebocas, primordialmente, debido a que estos son factores importantes para reducir la transmisión del virus.
La pandemia estatal
El alergólogo Alberto Monteverde Maldonado explicó que desde 2020 en Sonora se vio un manejo adecuado durante el inicio de la pandemia, ya que se trabajó mucho en la prevención e implementación de medidas como la sana distancia, uso del cubrebocas, confinamiento y otras acciones.
“Lo que faltó muy al inicio fue el cierre de fronteras, ahí sí tenía sentido cerrarlas porque no había como tal una gran cantidad de casos de Covid-19 en el Estado”, resaltó.
El especialista en salud expuso que también el retraso de tamizajes en aeropuertos y centrales de autobuses para la detección de posibles casos del virus, fue factor por el cual incrementaron los contagios; además de que no se contaban con reactivos suficientes para hacer pruebas.
En este sentido, Monteverde Maldonado dijo que, a dos años de la contingencia sanitaria, las medidas son las mismas para evitar un aumento en los casos de Covid-19; las que se han repetido en todos los medios desde que se tuvo conocimiento de que son efectivas.
De acuerdo con las predicciones del doctor, pasará mucho tiempo para que las personas vean el resultado de la vacunación, y detalló que, si toda la población se vacunara adecuadamente, con las dosis correspondientes, los resultados se empezarían a ver en 2022 o 2023.
Aunado a esto, el próximo año surgirán vacunas nuevas, pues es la enfermedad en la que más empresas se han dedicado a producir inyecciones y, sumadas a las tres mencionadas previamente, hay 29 vacunas en fase tres y 229 en estudio.
“Todavía falta mucho de Covid, yo diría que si esto fuera una serie de Netflix de ocho temporadas, apenas nos estaríamos acabando la temporada uno; si la gente piensa en regresar a como estábamos antes, si esto nos va bien, de tres a cuatro años”, compartió el especialista.
Actualmente, Sonora se encuentra en color verde en el semáforo epidemiológico y hasta el pasado 11 de marzo, sólo Álamos se encontraba en riesgo medio por incremento de casos de Covid-19.
Al respecto, el secretario de Salud en Sonora, José Luis Alomía Zegarra, indicó que la pandemia por el virus sigue activa, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún no declara la endemia, es decir que el virus se convierta en una enfermedad endémica.
“Hay condicionantes que se tendrían que cumplir, a los cuales todos los sistemas de vigilancia epidemiológica de salud del mundo deben de estar preparados o monitoreadas, uno de ellos es que la inmunidad, sea natural o adquirida se mantenga, por lo tanto, que las personas que están vacunadas o que enfermaron por Covid, si vuelven a contagiarse que no tengan enfermedad grave”, manifestó.
También destacó que otra de las condiciones que se debe de cumplir es que no se tengan afectaciones poblacionales, como hospitalizaciones o incremento de casos de defunciones por el virus que darían paso de la pandemia a un comportamiento endémico.
Un testigo del daño
Desafortunadamente, muchas familias sonorenses padecieron la pérdida de un integrante o ser querido a causa del Covid-19.
Tal es el caso de la familia Monge Ruiz, quienes perdieron al señor Luis Monge, padre de familia.
Para Nereyda Ruiz, madre de familia, el suceso fue tan inesperado como rápido, ya que al no saber nada de la enfermedad, no pudieron prever que se trataba del Covid-19.
“Era la primera ola de contagios, cuando todas las personas todavía no sabíamos bien qué tomar; se usaba la ivermectina, que es para los parásitos en perros”, compartió.
También detalló que precisamente por la falta de información tardaron en que el padre de familia acudiera al hospital.
“Nos dijeron que fuéramos al hospital cuando presentara problemas para respirar, pero había que comprar oxímetro y estaban todos agotados en el mercado”, añadió.
En cuestión de días, los Monge Ruiz perdieron a un integrante vital, lo que dejó consecuencias anímicas para todos.
“Ha sido bien duro, yo que las he visto, tienen depresión, se encerraron, Luis era un papá muy presente, con Andrea, él podía estar muy ocupado, pero si yo tenía que atender mi trabajo, él se venía de donde estuviera para estar con las niñas, jugaba a las muñecas con Andrea”, platicó.
Por otro lado, para ciudadanas como Melissa Rivera García, que se enfermó durante la segunda ola de contagios, fue difícil salir de la enfermedad y aún seguir luchando contra las secuelas.
“Fue muy difícil, yo sentía que el 31 de diciembre (de 2020) ya no sobrevivía, tenía que estar conectada a un tanque de oxígeno y se me estaba acabando, me daba miedo quedarme dormida porque sentía que no iba a despertar”, narró.
Actualmente la madre de familia de tres hijos quedó con secuelas en sus pulmones y tiene que gastar cuantiosas sumas para seguir su tratamiento.
“Ahora trabajo haciendo tapiocas, pasteles y lo que pueda para salir adelante con mis hijos y poder pagar también mi tratamiento”, exclamó.
Melissa Rivera García dijo que ha sido difícil salir adelante, pero el amor de sus hijos la mantiene en pie.
“La verdad, haber estado en ese momento que creí que me moría, pensé mucho en mis hijas, en qué sería de ellas si yo me moría y creo que saqué fuerzas de ahí, ahora me veo en la necesidad de sacar recursos de donde sea, pero viéndolos a ellos y estando con ellos, se me pasa”, puntualizó.
Economía afectada
El Covid-19 no sólo afectó en el sector salud, también generó importantes impactos negativos en la economía, pues sólo en Hermosillo perjudicó los ingresos de al menos 60% de los habitantes.
Datos de Hermosillo ¿Cómo vamos?, exhibieron que en la capital sonorense 6 de cada 10 hermosillenses señalaron afectaciones en sus ingresos a causa de la pandemia, en 2020.
Además, entre los sectores económicos con mayor daño se encuentra el comercio, pues al inicio de la crisis se contabilizaron hasta 3 de cada 10 negocios con afectaciones, mientras que el sector informal creció 20%.
En los primeros meses de la pandemia las calles de la ciudad se mostraban desoladas, pues los comercios permanecieron cerrados a la espera de una reactivación, en el lapso de marzo a mayo de 2020 se perdieron 33 mil empleos.
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En la actualidad, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) contabilizó que sólo en Hermosillo aumentó 2.8% la generación de empleos entre abril de 2020 y el cierre de 2021, además de los 16 mil 758 puestos de trabajos nuevos que se crearon durante febrero en Sonora.
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