Cuando Livier escuchó la propuesta de realizar su doctorado en Corea del Sur, pensó por un breve instante en todo lo que implicaba trasladarse de forma permanente al país, sin embargo el declinar la oferta de su profesor nunca figuró como una opción.
La maestra en Derecho por la Universidad de Sonora tuvo su primer acercamiento con esa nación cuando terminó la licenciatura, mientras hacía su tesis sobre delitos informáticos y ciberpolicía, rubros en los que el país asiático destaca a nivel mundial.
“Estaba buscando estudios para completar su trabajo y no había en ese entonces, 2012, un cuerpo de policía cibernética en México, pero me di cuenta que los policías de Corea del Sur eran quienes iban a entrenarlos”, explicó.
Livier ya conocía el país y era una fanática de su cultura, sin embargo, para ese entonces seguía siendo un sueño poder intercalar su pasión por la cultura y sus intereses académicos, hasta que inesperadamente sucedió.
Una vez terminó su tesis de licenciatura comenzó a interesarse por el ciberbullying y, al leer un artículo que llamó su atención, contactó al autor del mismo, de origen coreano, quien trabaja para una universidad en Estados Unidos.
Al realizar su maestría, aplicó para una beca Conacyt la cual le daba la oportunidad para poder realizar una estadía en el extranjero, por lo que se decidió por Corea del Sur y preguntó al profesor antes mencionado si podría asesorarla en el tema, a lo cual aceptó.
Cuando menos lo pensó, Livier estaba pasando siete meses en el país para recibir asesorías sobre su tesis con su nuevo maestro, quien resultaría ser el encargado del departamento de criminología en una universidad de Corea del Sur, uno de los principales de dicha nación.
Comentó que no hubo problemas de comunicación pues sus profesores, quienes halagaron los trabajos de Livier, estudiaron en universidades en el extranjero, además los departamentos de posgrado son con números reducidos de alumnos.
Cuando regresó a México presentó su tesis y, al tener intenciones de hacer el doctorado en su alma máter, el profesor que la había ayudado hasta entonces la detuvo para sugerirle que consiguiera el doctorado completo en Corea.
“Me vine para acá en 2017, antes de venirme estuve trabajando en la Procuraduría General de Justicia de Sonora por un tiempo, en total ya llevo cuatro años y medio acá en Corea”, relató, “el país tiene mucho que ofrecerle al mundo sobre la legislación de ciberdelitos”.
La reacción de sus padres
Las reacciones de los padres de Livier fueron muy distintas entre sí: su madre, también académica y profesora de la Universidad de Sonora, siempre estuvo convencida de que los jóvenes deben aprovechar las puertas que se abren frente a ellos así implique retirarse del lugar donde viven, por lo que ella nunca tuvo un problema cuando le dijo que le habían dado esa oportunidad
No obstante, la resistencia inicial provino de su padre, quien de forma natural, al ser Livier la única hija y la más pequeña de la casa Gómez, siempre buscó protegerla, no obstante él conocía perfectamente las capacidades de su hija, por lo que aceptó y brindó su apoyo incondicional.
“El estar lejos de tu familia es algo difícil, es algo en lo que tienes que pensar y pienso que no es para todos; a veces no tenemos la madurez emocional para estar lejos de nuestros seres queridos, afortunadamente mantienen una comunicación diaria gracias al Internet”, expuso.
A pesar de ello, al recordar lo que más extraña de la madre patria, sus padres y amigos figuran como la primera imagen en su mente, seguida no sorpresivamente de las delicias culinarias que se sirven de forma exclusiva en Sonora.
¿Cómo es su vida en Corea?
Actualmente Livier está estudiando su doctorado en criminología y está en proceso de escribir su tesis, teniendo la fortuna de trabajar en proyectos que jamás creyó que una sonorense podría participar, relacionados a temas de derecho comparado y políticas públicas para cambiar las sentencias en diversos delitos sexuales.
Sin embargo, la joven también enseña español a gente de Corea en algunos centros culturales, generalmente sus alumnos son personas mayores que quieren aprender otro idioma y van a estos centros gubernamentales para tener un pasatiempo o actividad.
Asimismo, se acreditó como examinadora de español para extranjeros e incluso comenzó su canal de Youtube, “Café Juseyo”, el cual relata a través de videoblogs su vida en el país y actualmente cuenta con 253 mil seguidores.
“Es algo que me gusta porque es mi forma de compartir mi vida con otras personas, es mi forma de dejarme un diario en el que pueda ver unos años después y darme cuenta de las cosas que hacía, cómo pensaba, además para mí era muy importante dar el mensaje de que el estudio y la perseverancia te pueden llevar muy lejos”, expuso.
Sigue a El Sol de Hermosillo en Google News y mantente informado con las noticias más recientes
La hermosillense indicó que la experiencia de vivir en un país ajeno la ha hecho crecer y volverse una persona de mente abierta al probar cosas distintas estando expuesta diariamente a otra cultura.
Si bien en su infancia fue una niña introvertida que creía que dependería por siempre de sus padres, su vida en Corea la ha hecho crecer como persona y ahora su único objetivo a futuro es ser feliz.
Te recomendamos el podcast ⬇️