Sonora es uno de los estados con mayor producción pesquera del país, cuya calidad de los productos es referente no sólo nacional, sino hasta en el extranjero, lo cual puede resultar afectado tras la presencia de una práctica desleal como la venta de pescado más barato.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) en 2021 la entidad generó el 45% de la producción nacional; es decir, casi 5 de cada 10 especies capturadas en México provinieron de Sonora, y el valor de la producción ascendió a 11 mil 62 millones 848 mil pesos.
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Sin embargo, desde hace unos años se ha detectado una práctica desleal por parte de quienes comercializan especies como el pescado, al encontrarse que en ciertos establecimientos ofertan en sus menús un tipo de pez y dan otro de menor costo, en peligro de extinción o que son importados de países asiáticos.
La organización Oceana, dedicada a la protección de los océanos en el mundo, presentó un estudio denominado “Gato X Liebre: Engaño en el Noroeste”, donde se dan a conocer resultados que deben ser preocupantes para los consumidores, ya que, tanto Sonora como Sinaloa son las dos entidades en las que se da principalmente esta estafa.
Lo que se consume no es lo que parece
Mariana Aziz Pico, directora de Transparencia de Oceana, en entrevista con El Sol de Hermosillo, informó que comúnmente se promocionan especies como el mero, huachinango, róbalo o pargo y los expendedores terminan por dar basa o tilapia, producidos en granjas e incluso importados, debido a su bajo costo, pero los clientes deben pagar hasta seis veces su valor al creer que les dan el producto anunciado o promocionado.
“En lo que deriva esto es que los consumidores pagan precios más altos. Creemos que consumimos pescados de especie silvestre nacional, pero no, vienen de granjas en China o Vietnam”, cuestionó la activista.
A finales de noviembre del año pasado se inició un muestreo en Hermosillo y Ciudad Obregón que consistió en analizar el ADN de las especies, el cual terminó a principios de diciembre, y se llevó a cabo en pescaderías y restaurantes, donde la tendencia fue que en una de cada dos veces los comensales recibieron un producto distinto al ordenado.
En la capital sonorense se muestrearon 35 pescaderías y 26 restaurantes, mientras que, en Ciudad Obregón fueron 17 y 16, respectivamente. Este mismo levantamiento se hizo en Mazatlán y Culiacán, Sinaloa, donde se obtuvieron casi los mismos resultados, agregó.
Aunque ambas entidades concentran el 62% de la producción pesquera a nivel nacional, el porcentaje promedio de sustitución es de 49%, cinco puntos por arriba del promedio nacional, que es de 44%, y que este mismo supera más del doble de la incidencia a nivel mundial en este apartado.
Se debe regular la competencia
El presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras, Gilberto Cota Valdez, reconoció que existe una competencia desleal por parte de personas que no están reguladas y por ende manipulan los costos a su conveniencia.
“Pasa un problema, entra camarón de Ecuador, que no debería entrar, camarón de acuacultura que hace una competencia desleal, porque viene muy barato, ¿qué va a pasar?, que a quienes pescan camarón aquí les va a tronar la próxima temporada. Lo mismo pasa con el pescado, porque hay quienes son unos bandidos, que te dicen que te venden ciertos pescados y te dan de otro”, expresó.
Uno de los factores que abona a este problema, dijo, es que el restaurantero procura lo más barato, al no tener los comensales con conocimientos para distinguir las especies. Otro es que las autoridades mantienen una serie de restricciones que impactan de manera negativa a los pescadores, lo que provoca que no puedan competir contra quienes dan más baratos los productos.
Al respecto, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Sonora, Manuel Lira Valenzuela comentó que los locatarios deben ser sinceros con los clientes y decirles con qué pescados cuentan, con la intención de evitar malentendidos.
“En un ejercicio de honestidad, cada restaurante tiene que ofrecer su producto y en el ejercicio que hacemos con nuestros meseros en labor de venta se les dice a los clientes qué pescados tenemos, filetes de tal o cual pescado. No se engaña a nadie”, exclamó.
Además, subrayó que hay especies que son muy notorias por ser de agua dulce como la tilapia, que la gente puede distinguir a diferencia de las que vienen del mar que tienen un sabor muy característico.
Añadió que en México se tiene un sinfín de pescados, pero también debe ser tarea de los restauranteros educar a los comensales al decirle realmente con qué productos cuentan, tal y como se usa en otras partes del mundo.
Un negocio peligroso
El estudio de Oceana señala que la sustitución de especies podría dar pie a la pesca ilegal, misma que podría superar el 40% de la captura nacional.
“La pesca ilegal tiene impactos negativos en la biodiversidad marina, en el equilibrio de los ecosistemas y puede causar la sobreexplotación de especies pesqueras, poniendo en peligro su disponibilidad en el futuro”, expone el texto.
Oceana promueve actualmente la aprobación de la Norma Oficial Mexicana de trazabilidad por parte de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), pero no han logrado ese objetivo desde hace más de dos años.
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“La autoridad ha sido negligente y no atiende este problema. Es urgente que Octavio Almada, titular de la Conapesca, apruebe la Norma Oficial Mexicana de trazabilidad que tiene más de dos años detenida”, externó Aziz Pico.
El Sol de Hermosillo buscó una postura de los representantes de esa dependencia federal, sin embargo, no hubo respuesta o algún posicionamiento sobre estos temas que son fundamentales para la regulación de la pesca y la manera en la que se comercializan estos productos en esta entidad.
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