Desde hace 25 años Héctor David Hernández Galindo ha estado al frente de su taller de reparación y modificación de autos de carrera en la colonia 5 de Mayo.
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El mecánico de 57 años contó que junto a su hermano Gabriel Eduardo comenzaron esta profesión trabajando para el señor Luis Arturo Cano, sin embargo, después de unos años decidieron independizarse creando así el taller Hernández.
“Al principio como todos iniciamos con carros normales, no había tanta afición por los carros de alta gama aquí en Hermosillo o de alto rendimiento, ya después nos fuimos enfocando a los carros de carreras, a los carros muy arreglados para la calle”, señaló.
El 95% de los carros que llegan al taller son de alta gama o clásicos para ser alterados con el fin de participar en carreras de arrancones, aunque también llega la ocasión en que reparan autos normales.
Comunidad de corredores
Señaló que la comunidad de corredores de autos en Hermosillo es importante, habiendo alrededor de 150, mientras que en Ciudad Obregón y en otros municipios de Sonora también hay una cantidad considerable.
“Hay mucha competencia en Sonora, de hecho tenemos dos pistas de carrera en Hermosillo, uno que está en la salida de Bahía de Kino, y hace 4 años por la inquietud de varias personas se construyó una pista nueva, que está saliendo por la carretera a la Mina Nyco, se llama Pista Cerro Colorado”, abundó.
El trabajo en el taller de modificación de autos es permanente, pues cada semana llegan entre tres y cuatro unidades que requieren una intervención.
Además constantemente realizan proyectos en los que prácticamente vuelven a hacer el carro, pues se altera el motor, el chasís, la carrocería, se instalan tubos de seguridad, cableado, llantas, entre muchas cosas más.
“A partir de hace un año nació la inquietud de mi hermano y la oportunidad de hacernos de un equipo de dinamómetro, el cual sirve para medir los caballos de fuerza en los carros y somos los únicos en el Estado de Sonora que tenemos ese servicio”, apuntó.
Proyectos grandes
Uno de los proyectos más ambiciosos ha sido el “tuneo” de un Chevy 55 Bel Air, un auto clásico que se consiguió en Monterrey y que en el taller Hernández se modificó toda la parte trasera, se adecuaron llantas grandes, se trabajó en el motor y el alambrado.
Por otra parte, el vehículo que más le ha costado reparar, no tanto por la complejidad de hacerlo sino por conseguir sus refacciones, fue un Packard de 1939, el cual provenía del Estado de Jalisco.
“Yo ni idea tenía de cómo funcionaba, y con asesorías, preguntándole a los mecánicos viejos de aquí de Hermosillo les hice el trabajo, de echarlo a andar, el motor estaba en muy malas condiciones y se reparó. Fue mucho tiempo conseguir las refacciones, de hecho las conseguí en una refaccionaria muy antigua que hay en Guaymas”, relató.
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Después de 25 años el taller de los hermanos Hernández se ha vuelto un punto de referencia para los corredores de autos, al grado de que atienden a personas de distintos puntos de Sonora y del país.
“Gracias a Dios estamos muy reconocidos a nivel de competencia, llegan carros de todas partes, nos mandan carros de Jalisco, nos mandan carros de Monterrey, nos mandan carros de Puebla, tenemos mucha clientela, válgame la modestia pero somos muy reconocidos”, expresó.
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