La localización de un nuevo panteón municipal se ha convertido en una de las dificultades más grandes de la administración encabezada por Celida López Cárdenas, especialmente después de que el antiguo camposanto, ubicado en la colonia Sahuaro, cumpliera con su vida útil.
El problema no sería apremiante tampoco de no ser porque, de acuerdo con el síndico municipal, Fermín González Gaxiola, el presidente municipal previo, Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez, vendió una reserva de 60 hectáreas dedicada para el nuevo panteón.
“La situación delicada por la que estamos atravesando de carecer de un terreno para atender esta necesidad tan fundamental, es producto de que no hay un reglamento que obligara al a administración anterior a conservar una reserva”, expresó.
A raíz de ello, el Ayuntamiento se dio a la tarea de buscar el lugar que pudiera fungir como nuevo camposanto, buscando diez hectáreas como mínimo y de preferencia que estuviera ubicado en el Poniente de la ciudad, cerca del aeropuerto.
Pese a que se consideraron terrenos más lejanos ubicados al Suroriente de la capital, que podrían funcionar para erigir el camposanto, debido a los problemas de transporte que podrían implicar, no fueron vistos como una prioridad.
Afortunadamente, se encontró un lugar a la salida Poniente de Hermosillo, cerca del aeropuerto, el cual será comprado a un particular y cuenta con al menos 20 hectáreas, lo que servirá para seis años.
Aunque el Síndico no reveló detalles sobre la forma de pago, expuso que se negocia con el propietario, de tal manera que el Municipio pueda hacer un intercambio o permuta a cambio de otro terreno otro lugar del municipio.
Mientras tanto, la falta de espacio en el Panteón Sahuaro ha provocado que se construyan tumbas en las calles del recinto, lo cual ha resultado contraproducente para el mismo lugar, pues esta sobrepoblación hace imposible el tránsito de maquinara para hacer más fosas.
A pesar de la obtención del nuevo terreno, la administración municipal seguirá buscando terrenos para establecer futuros panteones, pues no pueden depender de un solo sitio para establecer la reserva.
El subdirector de Panteones, Enrique Villacorta Acosta, consideró que el Ayuntamiento podría estipular que las tumbas sean más pequeñas para administrar mejor su espacio y evitar la saturación lo más que se pueda.
“El gran tamaño del lugar también es una de las cosas por las que se busca un espacio más pequeño, pues debido a que el panteón Sahuaro cuenta con 42 hectáreas, es muy difícil tener un control integral del espacio”, acotó.
Debido a la venta de la reserva para panteones, el Gobierno Municipal establecerá un nuevo reglamento que obligue a la administración en turno mantener un depósito para este tipo de servicios, e incluso ya se inició un proceso de averiguación por la venta del terreno originalmente destinado para el nuevo panteón.