En Sonora, la primavera llega -generalmente- acompañada por las primeras olas de calor que estarán con nosotros hasta finales de octubre, si bien nos va.
Es por ello que el consumo y el disfrute de bebidas que nos refresquen nunca está de más, y qué mejor que hacerlo con agüitas preparadas dentro de nuestra cultura regional, con sabor a tradición y nostalgia.
De esas preparaciones que al beberlas, no solo nos refrescamos; el tiempo de espera y, en el caso de hoy, su fermentación, requieren paciencia; a veces, también, es evocar a nuestros antepasados, y luego, con hielitos, ¿quién dijo calor?
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Esmeralda Noriega, protagonista de La herencia de las viudas, nos comparte la receta que prepara desde San Pedro de la Cueva, llamada tegüín, tesgüín, tesgüino o tepache; es una bebida tradicional de Sonora que requiere dedicación, paciencia y mucha limpieza.
¿Qué ingredientes se necesitan para preparar tesgüín?
6 litros de agua.
1 piña de 1.5 kilos (solo se usará la cáscara).
2 piloncillos de 200 gramos cada uno.
6 clavos de olor enteros.
Como primer tip, Esmeralda comparte que la forma de saber si la piña está madura es cuando jalas una hojita de la cresta y se desprende fácilmente
¿Cómo se prepara el tesgüín?
Se lava muy bien la piña, se le quita la corona o cresta y se le retira la cáscara.
La bebida se debe preparar en un recipiente de madera, de vidrio o de barro; en peltre o aluminio no porque no se logra el proceso de fermentación de la cáscara.
Posteriormente se agregan las piezas de piloncillo, cortadas en trozos, y los seis clavos de olor.
La fermentación de la cáscara será por tres días, tiempo en el que se derretirá el piloncillo que endulzará el líquido que después podrá ser consumido.
El recipiente se cubre con una servilleta y luego se pone la tapa del mismo, para que salgan con facilidad los gases que emana la cáscara de la piña en este proceso.
Si vives en un lugar donde hace mucho calor, el proceso puede hacerse en un día, y si vives en un lugar frío, lo ideal es que pongas el recipiente en un lugar seco y caliente.
Un día después se destapa esta bebida artesanal y se revuelve, verás que la cáscara de la piña toma un color más fuerte; notarás también que en las orillas hay una ligera efervescencia y unas pequeñas burbujas en las orillas, esa es la fermentación que se busca.
Al tercer día, destapas el recipiente, revuelves; cuelas el líquido en una jarra para que no se vayan las cáscaras de la piña ni los clavos de olor.
Si gustas seguir alimentando el fermento, a la misma cáscara de la fruta le agregamos 100 gramos de piloncillo y dos clavos de olor por cada litro de agua, revuelves y cubres de nuevo.
Otra forma de preparar esta bebida es con maíz. Se sirve con hielos; Esmeralda señala en el video de la preparación que puedes ponerle limón y un poquito de sal; algunas personas acostumbran ponerle agua si la mezcla es muy espesa.
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Como dato extra, te comentamos que esta es una bebida clásica del Día de San Juan, 24 de junio, cuando inicia el verano.
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