Durante el operativo de Semana Santa 2024, la Unidad Canina K-9 de la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP) participó en recorridos de prevención y vigilancia dentro de la ciudad, atendiendo los llamados del número de emergencia 9-1-1.
Juan Carlos Torres Durazo, titular de esta Unidad dio a conocer que frecuentemente se tienen casos de detección de sustancias en estos recorridos de prevención y vigilancia en las diferentes áreas donde los ejemplares caninos se despliegan, como son puntos de control provisional preventivo, inmuebles de envío de paquetería y mensajería, entre otros
Mediante estas acciones el equipo canino logra mantener una expectativa por parte de la seguridad donde se están sustrayendo sustancias en los lugares donde la sociedad corre peligro, dijo.
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Actualmente la PESP cuenta con ocho equipos caninos, cada uno conformados por un can y su manejador, entrenados y certificados para la detección de sustancias narcóticas, armas de fuego y divisas.
“La Policía Estatal de Seguridad Pública emplea diferentes medios para garantizar la seguridad ciudadana, los ejemplares caninos forman parte de esos medios, pero este se distingue por su condición de ser vivo, su inteligencia adaptativa le ha permitido evolucionar para convertirse en ese medio confiable de resultados en las acciones de seguridad pública”, explicó.
¿Cuál ha sido su historia?
La Unidad Canina se inició en 2008; sin embargo, tuvo que culminar 2009, para retomarse como parte de la historia de la Policía Estatal en 2012 y se mantiene trabajando activamente hasta la fecha, desplegando las diferentes acciones y actividades operativas encomendadas para la seguridad pública, comentó.
Inicialmente esta unidad contaba con tres equipos caninos que comenzaron a desarrollarse en estas funciones y actualmente los ocho equipos están conformados por siete pastores belgas malinois y un pastor alemán.
Torres Durazo indicó que de estos ejemplares, no importa si son machos o hembras para poder formarlos integralmente en los trabajos de detección, pues lo necesario es que cumplan con las características para ser entrenados y el perfil óptimo para desarrollarse a plenitud en los despliegues operativos y cumplir con los objetivos del programa de adiestramiento.
Subrayó que abarca la detección de sustancias narcóticas, armas de fuego y divisas, y cuenta con diferentes etapas, en estas se simulan los escenarios que pudieran suceder en la realidad y con estas prácticas se mantienen las conductas que están a plenitud formadas en el animal.
Un trabajo constante y un retiro digno
De acuerdo con el programa de la Unidad Canina, el entrenamiento de los canes comienza en edades de entre un año y un año y medio, a estos se les denomina “perros verdes” por lo que cuando estos cumplen con el perfil óptimo para el trabajo policial se comienza el entrenamiento, continuó.
Torres Durazo agregó que en la institución no se cuenta con un programa de caza y reproducción de canes, por lo que estos “perros verdes” son traídos de un programa de la Embajada de Estados Unidos, por lo que los ocho ejemplares con los que se cuenta actualmente provienen de Florida.
Aclaró que los canes se mantienen en labores hasta los siete años, sin importar el tiempo de servicio con el que cuentan, ya que a esta edad sus condiciones físicas comienzan a mermar, y para protegerlos y garantizar sus principios de bienestar se busca que tengan su descanso al lado de un profesional que pueda seguir garantizando sus cuidados y comprenda de un ejemplar que fue entrenado en la función de utilidad como lo son estos canes.
“La policía responsablemente busca un profesional que conozca al ejemplar que se va a retirar, el que más lo conoce es su manejador y es un profesional certificado por cursos tanto internacionales como nacionales, por eso buscamos a alguien que pueda garantizar todas esas características, que tenga esa paciencia y conocimiento para que el can viva una vida en su vejez de plenitud”, expresó.
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El manejador y el can son dos especies diferentes trabajando por un mismo fin, lógicamente existe un vínculo entre estos, el entrenamiento es una disciplina, un juego, pero estos se juntan a la hora de trabajar, por lo que hay un entendimiento mutuo, tienen que conocerse y tener una comunicación, así pueden convertirse en ese equipo operativo eficiente que da resultados, concluyó.
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