Con 81 años desde su fundación, la Universidad de Sonora (Unison) ha estado presente en el desarrollo del Estado, no solo en lo académico sino por la contribución que sus profesores, estudiantes y trabajadores han realizado para la entidad.
Son múltiples las mujeres y hombres que han pasado por la universidad donde su labor ha destacado, dejando una huella histórica en la memoria colectiva, no solo de la comunidad universitaria.
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Herminio Ahumada, impulsor
Tal es el caso de Herminio Ahumada Ortiz, quien no sólo fue el primer sonorense en participar en los Juegos Olímpicos, en París 1924, sino también impulsor de la creación de la Unison desde 1938.
De acuerdo a Armando Zamora, en un texto publicado en el sitio web de la Unison, el 10 de agosto de 1938, Herminio Ahumada Ortiz brindó un discurso en el Poder Legislativo donde destacó las escasas oportunidades para estudiar de los jóvenes en Sonora y la necesidad urgente de crear una universidad.
“Si queremos transformar el medio ambiente nacional, si queremos cambiar el sino de nuestra historia, eduquemos a nuestra juventud. Para ello es necesario, por lo menos, que contemos con una Universidad de Sonora hecha con el esfuerzo, con el sacrificio de cada uno de sus hijos. Universidad de Sonora, viejo anhelo romántico de mis años estudiantiles, santo anhelo que hoy veo surgir apenas como un intento y que mañana será realidad…”, expuso en aquel discurso.
En ese periodo el atleta olímpico, poeta, abogado, magistrado y diputado, junto con un grupo de profesionales del Estado, presentó al Gobierno de Sonora un anteproyecto de Ley de Enseñanza Universitaria que posteriormente daría paso a la fundación del recinto universitario.
Posteriormente el 12 de octubre de 1941 se llevó a cabo una ceremonia especial en los terrenos de la Universidad de Sonora para colocar la primera piedra, un año después, el 15 de octubre de 1942 comenzaron las clases.
Su lucha y constante apoyo para que los jóvenes sonorenses tuvieran un espacio de educación superior en el su propio Estado ha sido reconocido a lo largo de los años, fue declarado ciudadano distinguido en 1982 por el Congreso del Estado y el 12 de octubre de 1998 sus cenizas fueron depositadas en un nicho del edificio de Rectoría como muestra de gratitud y homenaje.
Primera titulación
El 20 de noviembre de 1948 se expidió el primer título en la máxima casa de estudios de los sonorenses, fue a nombre de María Ofelia Navarro y Padilla, quien formó parte de la primera generación de la carrera de Farmaceuta.
Este primer título fue firmado por el entonces rector Manuel Quiroz Martínez, el director de la Escuela de Farmacia, Ignacio Cadena, y el secretario general Rosalío Moreno.
María Ofelia Navarro nació en la Ciudad de México, debido al empleo de su padre se mudó a Hermosillo y decidió ingresar a la Universidad de Sonora para estudiar farmacéutica.
En una entrevista publicada por la Unison, la profesionista declaró que su trabajo de tesis lo realizó en un año, mientras llevaba a cabo las prácticas profesionales, posteriormente ejercicio su profesión en la Botica Regis y la Farmacia Cosmo.
Por su parte, su compañera de generación Delia Irma Garibaldi Norton obtuvo el cuarto título expedido ese año, con el mismo proceso que María Ofelia Navarro y alentada a estudiar la carrera de Farmaceuta por su padre.
Al concluir sus estudios su padre le propuso abrir un establecimiento para ejercer su profesión, la cual sería la Botica del Pueblo que atendió hasta 1995, cuando pasó a uno de sus hijos y que sigue vigente hoy en día en el Centro Histórico de Hermosillo.
Formación deportiva
Su dedicación y habilidad para impulsar el deporte entre los jóvenes, llevaron a Miguel Castro Servín a convertirse en uno de los docentes más destacados de la Unison, quien fue nombrado director del Área de Educación Física.
Fue durante el ciclo educativo de 1945-1946 cuando el originario de México, D.F., llegó a Hermosillo, tras una ausencia por cuestiones de salud, y la Universidad de Sonora de reciente creación lo invitó a su planta docente.
Durante su labor se realizaron importantes logros deportivos, se consolidaron deportes como el atletismo, la natación y beisbol en la institución, dando paso a profesionistas dedicados a estas ramas.
Castro Servin falleció el 16 de junio de 1957, pero por su arduo trabajo y su contribución al desarrollo deportivo, el 30 de mayo de 1960 en un evento especial donde estuvo presente el presidente Adolfo López Mateos se le asignó el nombre de Profesor Miguel Castro Servín al estadio olímpico de la Unison.Otro de los pioneros en las actividades deportivas de la universidad fue el maestro Gustavo Hodgers Rico, originario del municipio de Magdalena de Kino, estudió en el bachillerato de la Unison y posteriormente en la Escuela de Contabilidad y Administración, conocida como ECA.
Su habilidad deportiva destaca en diversas disciplinas, principalmente en beisbol, volibol, softbol y basquetbol, por lo que entre 1949 y 1955 participó en 12 campeonatos estatales de softbol, ocho estatales de basquetbol y uno nacional.
En 1953 se convirtió en el entrenador de beisbol y softbol de la Unison, además de dirigir las selecciones de basquetbol, volibol femenil y atletismo, mientras que en la década de los 70 fue designado como jefe del Departamento de Deportes de la institución.
También llevó a cabo diversas investigaciones sobre el beisbol que convirtió en una fuente importante para impartir esta disciplina en la universidad, destacando con sus aportes a los profesionistas.
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Fue en marzo de 1983 que debido a su colaboración con la Universidad de Sonora se le reconoció su contribución con una escultura y al estadio de beisbol universitario se le nombró Profesor Gustavo Hodgers, el sonorense falleció unos meses después en mayo de ese mismo año.
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