El déficit de árboles amenaza con desestabilizar el ya de por sí poco balance ambiental de Hermosillo y, hasta el momento, las iniciativas para revertir este proceso apenas van tomando forma.
La ciudad debería tener por lo menos 10 metros cuadrados de árboles en áreas verdes, pero actualmente se tiene un déficit de más del 50% en este aspecto.
El problema es tal que el Ayuntamiento de Hermosillo, a través de la dirección de Servicios Públicos, tiene como objetivo final la plantación de 20 mil árboles al año.
Santa Nápoles Trujillo, directora del Instituto Municipal de Ecología (IME), mencionó que históricamente Hermosillo ha tenido un crecimiento desordenado y se ha priorizado en la pavimentación sobre la plantación de árboles.
Aunado a esto, la ausencia de una estricta reglamentación ecológica en la ciudad también contribuye al deterioro de las áreas verdes en virtud de que todavía no hay un castigo ejemplar para la tala de árboles.
Lamentablemente, el Bando de Policía y Buen Gobierno no se encuentra actualizado para hacer frente a temas de índole ambiental, pues expide multas muy fáciles de pagar para quienes incurren en actividades de tala ilegal en áreas urbanas.
Según las leyes, la tala de un árbol sin permiso equivale a la restitución de cinco ejemplares similares, así como una sanción que va de cinco a diez unidades de medida y actualización (UMA), alrededor de 844 pesos.
A raíz de todo esto, la creación de una nueva ley para la conservación de la flora urbana se convirtió en el objetivo principal de la administración municipal específicamente en este rubro.
Islas de Calor
Maribel Payanes Murrieta, profesora investigadora de la Licenciatura en Ecología por parte de la Universidad Estatal de Sonora (UES), indicó que la ausencia de árboles en determinadas zonas de la ciudad provoca el fenómeno conocido como “islas de calor”.
“Estos son espacios físicos de las ciudades donde hay una diferencia de temperatura, normalmente a la alta, y tiene que ver con el hecho de que no existen árboles que disminuyan la temperatura y hay grandes cantidades de asfalto”, acotó.
Con base a estudios realizados por la universidad en colaboración con otras instituciones, se determinaron al menos tres zonas en Hermosillo a las que se les debería dar más prioridad en cuanto a la reforestación.
Una de estas zonas está ubicada al Oeste de la ciudad, desde la región del aeropuerto, y que sigue una ruta que toca las colonias Puerta Real, Sahuaro Final, Dunas, Solidaridad, Unión de Ladrilleros, Villas del Real y El Cortijo
Asimismo en la parte Suroeste de la ciudad, en Paloverde, se registraron de manera inusual temperaturas muy altas, y lo mismo sucedió las colonias San Luis, Amapolas y Café Combate.
Iniciativas, ¿Hay esperanza para Hermosillo?
Previamente la alcaldesa Célida López Cárdenas comentó que el castigo de replantación de árboles tras incurrir en tala ilegal no soluciona de raíz el déficit arbolario del territorio hermosillense.
“Las multas por talar árboles son mínimas y el solicitar a las personas reparar el daño plantando más árboles no soluciona estrictamente el problema inicial”, explicó.
Es por ello que, debido a la tala excesiva, el municipio considera la posibilidad de que las personas involucradas en estos ilícitos reciban como castigo hacer servicio social, no obstante esto será deliberado por cabildo.
Por otro lado, el Instituto Municipal de Planeación Urbana y del Espacio Público (Implan) comenzó un proyecto para arborizar Hermosillo y reducir el efecto de las islas de calor.
Como primera etapa se buscará la prohibición de largas zonas de estacionamiento sin áreas verdes, elemento instituido en la Norma Técnica complementaria de Infraestructura Verde, basados en el Manual de Lineamientos de Infraestructura Verde.
Además, el Ayuntamiento busca colocar mil 500 árboles más en el Eco Parque Río Sonora, entre 1.80 a los 2 metros de altura, entre ellos especies nativas como el tepehuaje y el mezquite.
Para la investigadora Payanes Murrieta, la deforestación del municipio aún es reversible, pues la ciudad está tomando por fin medidas a favor del ambiente, además es una de las pocas que está siendo apoyada por instituciones internacionales para poder formular sistemas de planeación como programas sustentables.
“Soy positiva y optimista”, agregó.