La violencia familiar y el abuso sexual son los delitos que más se cometen contra las mujeres en Sonora, al grado de reportarse más de 5 mil 655 casos al año, así como 33 feminicidios.
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De acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), en la entidad las agresiones a la población femenina se han recrudecido, ya que existen 578 carpetas de investigación abiertas por abuso sexual.
Además de esto, informó que hay otras 62 por acoso sexual, ocho por hostigamiento sexual, 218 indagatorias por violación simple y 49 por violación equiparada.
Esta cantidad forma parte de los resultados de enero a septiembre de 2021 en el Estado, sumado a cuatro investigaciones por violencia de género en todas sus modalidades, distintas a la violencia familiar.
Por otra parte, los datos obtenidos por el Observatorio Sonora por la Seguridad en el presente año, dentro del mismo periodo han contabilizado un total de 24 mil 339 mujeres y 2 mil 867 hombres relacionados con violencia de género reportados al 911 en Sonora.
En lo que respecta a abuso sexual, se percibió un incremento de 210.53% en Sonora, siendo el municipio de Hermosillo el de mayor incidencia con 37 casos, le siguen Nogales y San Luis Río Colorado con diez cada uno.
Sobre los casos de hostigamiento y acoso sexual, el Observatorio expuso un aumento del 86.67%, donde la capital sonorense nuevamente se encuentra en primer lugar con 52 carpetas de investigación, San Luis Río Colorado con 18, Puerto Peñasco con 12, Cajeme 11 y Nogales diez.
Mientras que las investigaciones por violencia contra las mujeres representa el 1.11%, la violencia de pareja es mayor con 1.34%, al ser comparado el periodo de enero a septiembre de 2020 con el 2021.
Por su parte, la incidencia en violación tuvo una baja del 28.57% y el 48.64% en violencia familiar, con alerta en Hermosillo, Nogales, Agua Prieta, San Luis Río Colorado y Cajeme.
Sin embargo, estas cifras también representan que hay personas que se están acercando a las instituciones a poner denuncias, indicó la investigadora y directora de Observatorio Sonora por la Seguridad.
“Lo hemos visto en años anteriores es que las mismas personas que acuden a un Ministerio Público, prefieren no ir porque saben que las van a tratar mal y el proceso es doloroso porque terminan revictimizadas y criminalizadas por lo que les pasó y también a las autoridades”, explicó Krimilda Bernal Hoyos.
A pesar de ello, informó que las violencias más comunes entre mujeres, niñas y adolescentes son: la violencia familiar y sexual, dividida en violación, abuso sexual, acoso y hostigamiento, aunque no se reflejan en su totalidad en carpetas de investigación.
No siempre se escucha a las víctimas
En este aspecto la investigadora aclaró que las mujeres son estigmatizadas socialmente por haber sido abusadas o por estar en alguna relación con violencia, las cuales se tratan de situaciones más complejas que se encuentran enraizadas desde lo cultural.
“A muchas mujeres se les enseñó por ejemplo que sólo deben atender al marido y nada más; hasta ese punto y otras que tratan de salir de esos ciclos tradicionalistas y al momento de no querer continuar con esas dinámicas patriarcales, están estos problemas sociales”, reveló.
El violentómetro: sí, la violencia también se mide
Por tal motivo, Krimilda Bernal indicó que estas acciones comienzan en los detalles más mínimos, donde es importante darse cuenta al primer paso y de no soportar humillaciones.
“Este tipo de expresiones mucha gente las tiene normalizadas y por desgracia siguen siendo normales y con tendencia que es por amor, escalan y terminan en abusos sexuales dentro de relaciones, violaciones e incluso feminicidio, porque este es el máximo punto de violencia contra mujeres”, expresó.
Es de señalarse que estas situaciones mencionadas por la directora del Observatorio Sonora por la Seguridad se deben detener y salir de esa situación para buscar ayuda especializada.
Ya sea por colectivas de feministas o por organizaciones de la sociedad civil, en caso de que las víctimas prefieran no acudir directamente a las autoridades o requieran acompañamiento de otras instancias que no sean gubernamentales.
Debido a que en Sonora existe una alerta de género vigente, un proceso que es tardado y al mismo tiempo requiere que se cuestione a las autoridades estatales y replantear estrategia de seguridad, así como previsiones.
“Esto es algo que no es nuevo, siempre han estado ahí solamente que son más visibles ahora, podemos identificar los acosos con mayor facilidad para poder llegar a reducir estas violencias porque sabemos hay cosas que van a seguir y son muy complicadas de eliminar”, finalizó.
La violencia contra las mujeres durante el confinamiento
Por otra parte, la Organización de las Naciones Unidas ha señalado desde el 2020 que a partir del brote por Covid-19, los datos e informes que se presentan han revelado que se intensificaron los casos contra las mujeres y niñas, sobre todo la violencia en el hogar.
Esto a raíz de que siguen sobrecargados los servicios de salud, como refugios y las líneas de atención para víctimas que llegaron a un límite de su capacidad, por lo que señalan que es necesario redoblar esfuerzos.
Al mencionarse que en todo el mundo, una de cada tres mujeres ha sufrido de violencia física o sexual, principalmente por parte de un acompañamiento sentimental, en consecuencia del confinamiento por la pandemia, ya que se encuentran cerca de sus agresores.