Durante su gira en Sonora el pasado fin de semana, la comunidad yaqui entregó un bastón de mando a la presidenta electa Claudia Sheinbaum y al presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que ha provocado polémica en algunos sectores, al ser uno de los pueblos originarios más aguerridos de la historia.

Ante ello, Adelfo Regino Montes, director del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), explicó que las razones de esta entrega del Bastón de Mando por parte de las autoridades tradicionales yaquis, se deben a un proceso de simbolismo como reconocimiento de transmisión en materia de sabiduría colectiva, con el compromiso que no les deben de fallar.

Mencionó que no se trata de ninguna falta de respeto a los usos y costumbres de las etnias, debido a que los gobernadores previo a esa entrega piden el permiso a la guardia tradicional que está conformada por integrantes de la tribu de diferentes rangos.

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“Se trata de un simbolismo que reviste a los pueblos indígenas de la nación, donde en el caso de Sonora, además se cuenta con el juramento yaqui que evoca el compromiso que deben de tener las autoridades tradicionales hacia sus representados”, externó.

En entrevista vía telefónica para El Sol de Hermosillo, recordó que no se había dado este proceso de entregar el Bastón de Mando a un presidente en funciones y en este caso a la presidenta electa, hasta ahora, con el fin de que cumplan su palabra de apoyar a los pueblos originarios quienes les brindaron su confianza.

“Ahora también al entregarle el Bastón de Mando a la presidente electa, es de alguna forma que esté al servicio de los pueblos tradicionales y el compromiso que debe de asumir con ellos en su caso los yaquis y los Seris, lo cual fue atestiguado por el resto de los gobernadores, pueblo mayor, capitanes, comandantes y tropa en general”, estableció.

El director del INPI en México, adelantó que el compromiso de las autoridades federales, es el de regresar en septiembre hacer entrega de las obras que están pendientes sobre el acueducto yaqui y el distrito de riego 018, aunado a las acciones que ya se han cumplido con el resarcimiento de más de 45 mil hectáreas, la construcción de seis unidades de salud, próximo hospital y universidad Yaqui, que forman parte del Plan de Justicia para el pueblo Yaqui.

La entrega de la figura es una señal de respeto dentro de las festejos internos y leyes y sistemas normativos indígenas que rigen a los pueblos tradicionales, lo cual compromete a las autoridades federales a tener corresponsabilidad con las etnias de México.

Por su parte, Alejandro Aguilar Zeleny, profesor-Investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)-Sonora, añadió que se trata de sistemas normativos internos, donde se le entrega a una persona para que cumpla la palabra de apoyarlos.

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“Para algunos pueblos los bastones y varas de mando, representan la jerarquía de las autoridades y el poder que deben ejercer en su pueblo, bajo el juramento yaqui”, expuso.

El investigador agregó que el hecho que los yaquis hayan entregada el Bastón de Mando o vara al presidente de la República que va de salida, es un proceso de reconocimiento de lo que se llama pueblos basarios y también hacerlo a la presidenta electa, es un aspecto de construcción de equidad de género, todo ello dentro del pluralismo jurídico.

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