Sin importar la edad, don Pablo Arteaga, de 73 años de edad, continúa realizando su trabajo de diseño de calzado en su negocio ubicado en la colonia Villa de Seris. Es originario de Hermosillo, desde pequeño aprendió a trabajar, debido a que papá era de profesión zapatero, fue entonces donde nació su inquietud por conocer más sobre el trabajo de su padre.
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El señor Pablo se dedica a la reparación de zapatos desde hace 60 años, 10 de ellos los trabajó en el centro de la ciudad, los 50 restantes en su negocio actual. La actividad que realiza consiste en el rescate del calzado que se encuentre en malas condiciones para arreglar las partes dañadas y utilizarse nuevamente.
“Trabajé con mi papá, trabajé en la Sonora Industrial, el esposo de la dueña de la Lagunilla tenía un negocio que se llamaba el Centro Zapatero y ahí adentro hacíamos zapatos, yo empecé haciendo zapatos de beisbol, futbol, también mi papá siempre tuvo fábrica de calzado, haz de cuenta que yo nací ahí”, mencionó a El Sol de Hermosillo.
Ante la situación por Covid-19, el trabajo de Pablo se ha visto afectado debido a la disminución de servicios para arreglar calzado, cintos, bolsas u otros artículos, ya que es su única fuente de ingresos para llevar un sustento a casa.
Durante un mes y medio no abrió el negocio para cuidar de su salud y respetar las medidas de seguridad interpuestas por las autoridades de Salud. Al regresar a su trabajo se percató que sus ventas habían bajado hasta un 80% pero eso no fue motivo para que Pablo desistiera y continuó atendiendo su establecimiento.
“Me afectó de muchas maneras sobre todo en los pagos que hago de luz, agua y renta del local, también los gastos que tengo con mi familia, cuando vine a abrir, me sentaba y leía el periódico y lo volvía a leer, le cambiaba el periódico a otro amigo, hacía crucigramas, no tenía trabajo”, manifestó.
Por tal motivo, los hijos y nietos de Pablo decidieron apoyarlo difundiendo a través de redes sociales el trabajo que realiza y ofrecer los servicios de diseño, cuidado y limpieza de calzado para que más personas se acerquen a conocer la actividad que más disfruta hacer.
“Cuando quieres hacer una cosa nada es difícil, yo me crie con puros zapateros viejos del Sur, de los más viejos de Hermosillo, con esos me crie y ellos me decían cuando no quisiera hacer un trabajo no lo hiciera porque lo iba a hacer mal o que me esperara a tener inspiración para hacerlo, que pensara que lo iba a hacer bien”, agregó.
Disfruta mucho de su trabajo, pues realizar una actividad diariamente le ayuda a despejar su mente y conocer a más personas. El tiempo que le lleva arreglar un par de zapatos es de 2 a 3 días y los costos pueden variar desde 30 a 150 pesos, también Pablo toma las medidas necesarias para cuidarse, limpieza del lugar, uso de cubrebocas, lavado constante de manos, entre otros.
“Hay veces que me acuesto pensando cómo voy a hacer un trabajo, me lo imagino y si no queda, lo voy a hacer de otra manera, es muy importante saber que, si a mí el trabajo no me gusta, no le va a gustar al cliente, me tengo que esforzar y hacer lo mejor que pueda”, finalizó.
En esta contingencia, este negocio va hasta tu hogar
Para ahorrar en zapatos, tenis, zapatillas, o cualquier tipo de calzado es importante que las personas se acostumbren a llevar a cabo la reutilización de las cosas y así poder economizar dinero y contribuir al planeta, es por esto que Luis Alberto creó su empresa Allfixed.
Allfixed es un negocio que el emprendedor Luis Alberto inició en la ciudad desde hace un año, con el propósito de ofrecer calidad en la reparación de calzado, además de implementar la reutilización en tenis, zapatillas y más.
“Nosotros ofrecemos un trabajo rápido, de calidad y la mejor atención al cliente; el oficio del zapatero artesanal. Aquí tenemos hasta más de 40 servicios, desde boleado de zapatos, lavado de tenis, hasta fabricación de correas para bolsas, tapas para mujer, reparación de zípers, bolsas, limpieza de bolsas, entre otras. Todos los que necesites en reparación de zíper, mochilas, chamarras, bolsas y más”, detalló a El Sol de Hermosillo.
Ante la situación que enfrenta la ciudad por la pandemia derivado del Covid-19, los negocios “no esenciales” tuvieron que cerrar, por lo que algunos optaron adaptarse y crear sus protocolos de atención para los clientes, tal es el caso de Allfixed.
“Todos cerramos nuestro local, pero en ese transcurso seguimos pagando la renta de un establecimiento porque es un local rentado, seguimos pagando los impuestos federales y estatales, pues al ser una pequeña empresa no nos podíamos dar el lujo de cerrar, porque no sabíamos cómo pagarle a los empleados o la renta; teníamos dos opciones cerrar y perder un año de trabajar o decidir renovarnos”, contó.
A su vez, comentó que la entrega a domicilio es parte de las medidas sanitarias que han tenido que llevar a cabo, además de portar en cada momento cubrebocas, guantes y realizar una llamada previa.
“Decidimos abrir con un horario especial y con trabajo a domicilio, vamos a visitar las casas de nuestros clientes, con cubrebocas, guantes y con una llamada previa para que nos platiquen qué es lo que necesitan; los trabajamos y luego vamos a la casa a entregarlos. Les pedimos que nos entreguen los zapatos en los suelos y siempre cuidando la distancia y contamos con terminal”, dijo.
Los clientes han disminuido considerablemente desde que inició el confinamiento en la ciudad hasta más del 50%, incluso tampoco tienen el mismo número de empleados, sin embargo, indicó que no se puede dejar de laborar, ya que debe continuar pagando impuestos.