CULIACÁN. La caída de Néstor Isidro Pérez Salas pudo comenzar el 25 de noviembre del 2019, cuatro años antes de su captura, cuando un grupo de pistoleros identificados como integrantes de la célula de Miguel Ángel Gaxiola Quintero (quien usa también el seudónimo de Alejandro Sánchez Félix), alias el Ruso, jefe de seguridad del clan Zambada, realizó un secuestro express de 11 agentes de la policía municipal de Culiacán.
Los Rusos, como se conoce a este grupo, torturaron a los agentes en castigo por realizar extorsiones, algo prohibido por el narcotraficante Ismael El Mayo Zambada. No importó que los agentes formaran parte de la red de protección policial de Los Chapitos en la capital sinaloense.
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La respuesta de Pérez Salas, alias El Nini, jefe de seguridad de Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar, conocidos como Los Menores o Los Chapitos, fue beligerante y marcó un antes y un después en la relación entre los hijos del Chapo Guzmán y el clan Zambada.
Aunque el conflicto no escaló a la cúpula de ambas facciones que encabezan el Cartel de Sinaloa, en los enfrentamientos que se suscitaron hubo demasiadas afrentas donde se paseó la soberbia homicida del Niní y su grupo de jóvenes conocidos como Los Ninis, cuyas edades oscilan entre los 20 y 35 años y se caracterizan por un perfil muy violento.
Hubo tiroteos en distintas zonas de Culiacán y vendettas entre rivales en las comunidades aledañas, hasta que llegó el enfrentamiento del 6 de marzo del 2020 en Loma de Rodriguera, al norte de la capital sinaloense, donde no se reportaron oficialmente fallecidos, pero un documento militar señala que murió Martín Acosta Cazares, operador de Los Ninis, y cuatro de sus secuaces fueron capturados horas después cuando intentaron rematar a un herido de Los Rusos que había sido llevado a un hospital del IMSS.
La figura del Nini y su banda creció al interior de la facción de Los Chapitos a partir de septiembre del 2016, tras el ataque a un convoy del Ejército en la salida norte de Culiacán, donde murieron cinco militares y 10 resultaron heridos. En aquella ocasión participaron en la liberación de Julio Oscar Ortíz, alias Kevin, un operador de los Guzmán capturado en un enfrentamiento previo en Badiraguato.
Tomaron mayor relevancia en octubre del 2019 cuando fueron uno de los grupos que participó en el Culiacanazo durante el operativo militar que abortó la primera captura de Ovidio Guzmán López.
Drama y glamour
La disputa Ninís contra Rusos por el control del norte de Culiacán generó una ola violenta en la zona de Tepuche. En los primeros meses del 2020 se registraron enfrentamientos, lo que generó el desplazamiento forzado de las cientos de familias que habitaban las comunidades rurales en disputa a las afueras de la capital del estado. De fondo estaba la pelea por el control en esta área de laboratorios de fentanilo y crystal, de acuerdo a un documento del Ejército obtenido en los correos hackeados por Guacamaya a la secretaría de la Defensa Nacional.
El documento refiere que había otro frente de conflicto en ese momento entre las células del clan Zambada y los Chapitos, en el municipio de Salvador Alvarado, en la región del Évora. Ahí los hijos del Chapo rompieron con el grupo de Los Cholos, identificados como gente de Orso Iván Gastelum, capturado junto al Chapo Guzmán en Los Mochis.
La facción del Cholo Gastelum se había alineado con el clan Zambada
El perfil conciliador del Mayo Zambada llevó a sacar al Ruso de Culiacán para mandarlo como jefe de plaza a Mexicali. Desde entonces El Niní reforzó su perfil mediático exhibiendo sus lujos y extravagancias en redes sociales. Videos de sus animales exóticos, autos de lujo y una pareja sentimental que lo emparentó con Manuel Fernández Valencia, viejo capo de Michoacán, compadre y muy cercano al Chapo Guzmán.
Pérez Salas cobró relevancia al otro lado de la frontera tras ser indiciado por tráfico de cocaína en 2021 en una Corte estadounidense. El Departamento de Estado de ese país ofreció una recompensa de tres millones de dólares por su captura o información que facilitara su ubicación. En abril de 2023 fue colocado en la lista de los 10 más buscados por la DEA.
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A finales de octubre pasado Dámaso López Serrano, alias El Mini Lic, dio una entrevista desde territorio estadounidense donde señaló a Peso Pluma, uno de los cantantes de los llamados corridos tumbados, como asiduo a las fiestas del Niní, cuya afición a esta vertiente musical data de tiempo atrás con otros intérpretes que le dedicaron composiciones, como el sonorense Natanael Cano.
La noche del 22 de noviembre, el día en que El Niní fue capturado por el Ejército, Natanael Cano ofreció un concierto en el Palenque de Culiacán. Música de fondo para la caída de un cartucho quemado.
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