Un juzgado mexicano sentenció a uno de los líderes y fundadores del histórico cártel de Guadalajara por el secuestro y asesinato de un agente de la DEA en 1985, informó el miércoles el Consejo de la Judicatura.
Tras 28 años preso por otros cargos, Miguel Ángel Félix Gallardo, alias “El Jefe de Jefes”, fue sentenciado a 37 años de prisión por el brutal homicidio y tortura del agente encubierto de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), Enrique “Kiki” Camarena, un crimen que marcó una crisis entre México y Estados Unidos.
La pena se aplica también por el asesinato del piloto mexicano Alfredo Zavala, que fue secuestrado junto a Camarena el 7 de febrero de 1985 en la zona céntrica de Guadalajara por orden de Félix y otros, según el comunicado de la Judicatura.
El juicio se dilató en parte debido a los diversos recursos legales presentados por la defensa del acusado, explicaron a la AFP fuentes judiciales.
El sistema judicial mexicano adolece además de diversos vicios procesales que pueden prolongar los juicios por años y hasta décadas, un problema que se busca corregir con una serie de reformas constitucionales aprobadas en 2016.
El cuarto juzgado penal federal del estado de Jalisco (oeste), dijo que Félix fue hallado responsable de “homicidio calificado, con premeditación y ventaja”, precisó la Judicatura.
La institución no aclaró si la nueva sentencia se suma a los años que el criminal ya purgó en prisión.
Félix, de 70 años según medios locales, fue acusado de este crimen junto a sus socios en el cártel, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo.
El juzgado resolvió también que Félix y los otros sentenciados paguen una indemnización de 20,8 millones de pesos (1,2 millones de dólares) a los deudos de las víctimas, un fallo que ya había sido aplicado en enero a su viejo socio Fonseca.
Sin embargo, “El Jefe de Jefes”, a quien se le atribuye ser uno de los primeros narcotraficantes en exportar cocaína a Estados Unidos, fue absuelto del delito de posesión de esta sustancia con fines de comercialización, precisó el comunicado.
Félix fue detenido y recluido en 1989 y permaneció en un penal de máxima seguridad de Jalisco hasta mayo de este año, cuando fue trasladado a una cárcel de mediana seguridad, pues por su edad y estado de salud ya no era considerado un reo de alta peligrosidad, según medios locales.
En cuanto a los otros acusados, en septiembre de 2016 un juez ordenó que el octogenario Fonseca complete su condena de 40 años en prisión domiciliaria después de pasar 31 años encarcelado.
Caro Quintero fue liberado en agosto de 2013 tras 28 años en la cárcel, pues un juez determinó que su juicio tuvo errores de procedimiento.
Aunque existía la posibilidad de que el narcotraficante fuera extraditado a Estados Unidos, las autoridades le perdieron el rastro desde su excarcelación.