El gobierno de Estados Unidos considera que México tiene una capacidad limitada para procesar el delito de lavado de dinero así como esfuerzo para luchar contra el narcotráfico, lo que se refleja en una disminución de condenados por ese flagelo durante el año 2020.
“La base de datos del Poder Judicial Federal informa nueve condenas por Lavado de Dinero en 2018, 19 en 2019 y sólo tres en 2020. Estos bajos niveles demuestran la capacidad limitada de México para procesar estos delitos, lo que nos preocupa”, afirma el Departamento de Estado en la edición 2022 de su reporte internacional sobre la estrategia de control de drogas (INCSR).
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Asimismo destaca que las organizaciones criminales mexicanas tienen una presencia global significativa, incluso en Europa, Asia y África y que la mayor parte de la heroína, la metanfetamina y el fentanilo consumidos en Estados Unidos tienen su origen en nuestro país.
El documento afirma también que México es un importante país de tránsito de la cocaína que llega a Estados Unidos procedente de América del Sur y destino de precursores para el fentanilo que viene principalmente de China.
“El cambio rápido en la producción de fentanilo desde China a México refleja una tendencia extremadamente preocupante: la capacidad de las organizaciones criminales tradicionales de adaptarse a una condiciones cambiantes y el verdadero alcance global del tráfico de drogas”, señala el reporte.
Asimismo destaca que la producción mexicana de fentanilo se disparó durante el 2021, pero las incautaciones de esa droga por parte de las autoridades mexicanas también registraron un incremento de 525 por ciento durante los tres primeros años del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en comparación a lo decomisado en los tres últimos años del gobierno de Enrique Peña Nieto.
En su sección sobre México dedicada a reseñar la lucha antidrogas ocurrida durante el año 2021 coloca al país entre las principales rutas de tránsito de drogas, así como productores de narcóticos ilícitos y destino de precursores o productos químicos esenciales utilizados en la producción de estupefacientes.
Sin embargo subraya que el gobierno del presidente Joe Biden buscará ampliar la cooperación con socios clave como México para combatir de manera bilateral el flagelo del narcotráfico y ampliar los esfuerzos para reducir en particular la producción y el tráfico de drogas sintéticas como el fentanilo, responsables de muchas de las muertes por sobredosis en Estados Unidos.
“Con México deben continuar trabajando juntos para intensificar los esfuerzos para desmantelar las organizaciones de la delincuencia transnacional y sus redes, así como aumentar los enjuiciamientos de líderes y facilitadores criminales y fortalecer los esfuerzos para incautar activos ilícitos”, subraya el informe.
Además critica que las leyes mexicanas no regulan de manera efectiva la producción y el uso de muchas sustancias químicas requeridas para la producción de drogas ilícitas. “A pesar de los controles impuestos por el gobierno mexicano, las organizaciones criminales transnacionales se adelantan a las leyes mediante el uso de pre-precursores y productos listos para usar fácilmente y evitar las regulaciones existentes”, afirma.
Aunque el documento del Departamento de Estado reconoce las medidas adoptadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir los vínculos de las organizaciones delictivas con algunos funcionarios recalcó que la influencia de los narcotraficantes sobre altos cargos mexicanos sigue obstaculizando los esfuerzos de control de drogas.
En concreto mencionó que un número de altos funcionarios mexicanos encararon en 2021 acusaciones de corrupción, entre ellos un exgobernador que estuvo fugitivo durante tres años hasta su arresto en Miami en 2020 en referencia al exgobernador del estado de Chihuahua César Duarte.
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