En el marco del 85 aniversario del Fondo de Cultura Económica, el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró que la institución se haya convertido en un “colectivo” y no solo esté a la par, sino a la vanguardia de la Cuarta Transformación.
“Estoy muy contento de que aquí en el Fondo, pues estén ustedes a la par, incluso a la vanguardia del movimiento de transformación. La labor que están llevando a cabo con la participación consciente de todos, de los trabajadores, de escritores, de los profesionales del trabajo editorial, también de los administradores”, expresó el primer mandatario durante su discurso.
En compañía del director del FCE, Paco Ignacio Taibo II, contó que le costó mucho trabajo convencer al escritor de incorporarse a la Administración Pública Federal.
Señaló que, en otros tiempos, los intelectuales podrían continuar dedicándose a lo que les gusta, pero en estos tiempos es imprescindible que participen en la transformación del país.
“Se necesita que los intelectuales participen en los procesos de transformación. A lo mejor que escriba y no participen cuando hay inmovilismo, cuando impera el conservadurismo, pero en un proceso de transformación, es indispensable que participen los intelectuales y a veces cuesta mucho trabajo que ayuden en los procesos de transformación quienes se dedican a las letras o a las artes”, comentó.
Por ello, manifestó su agradecimiento al director del Fondo de Cultura Económica, por abandonar su labor de escritor por dedicarse al ejercicio del poder, que, si se entiende bien, es cumplir con el deber y no placer.
“Por eso, yo celebró que Paco haya aceptado este encargo, porque no es cargo, es encargo para hacer una buena labor de promoción en favor de la lectura. Seguir remendando los textos clásicos del Fondo”, felicitó.
Desde el balcón de la sala de entrada del Fondo de Cultura Económica, López Obrador anunció que dicha locación será renombrada como sala Daniel Cabrera, para recordar a quien fuera director del período revolucionario El Hijo del Ahuizote.
En esta tarea de recuperar la lectura, la memoria histórica de México y los héroes de nuestra nación, el primer mandatario respaldó la estrategia de fomento a la lectura del FCE, a través de la venta de libros clásicos e históricos desde los 10 hasta los 20 pesos.