Una de las peores experiencias de su vida fue la que pasaron los amigos Ángel y Luis, oriundos del sur de México, quienes hace 4 meses emprendieron un viaje por el desierto de Sonora con destino a Estados Unidos tras el “sueño americano”, sin imaginarse que la búsqueda de una mejor vida para ellos y sus familias los llevaría a pasar humillaciones al caer en manos de las autoridades del lado norteamericano.
Juntos, hoy repatriados, pasaron un mes en prisión en Arizona por ingresar de manera irregular a suelo norteamericano, donde recibieron de las autoridades un trato indigno, según relataron.
Ángel, de 24 años, contó que aunque atravesar el desierto para llegar a Estados Unidos fue un paso difícil al enfrentarse a más de 3 días de camino a pie, caer en la cárcel no se compara con ninguna de sus vivencias.
“Para empezar estábamos desconectados, ni nuestra familia sabía dónde estábamos, ni nosotros cómo estaban ellos, pasamos hambre, nos trataban muy mal, nos robaron, nos insultaron, fue algo que no me gustaría volver a vivir”.
Por su parte, Luis, de 25 años, comentó que al salir de la cárcel para deportarlo, las autoridades federales le quitaron dinero y pertenencias que al ser detenido registró. “Me quitaron 12 mil pesos que traía en la cartera”.
En común, Ángel y Luis dijeron estar conscientes de las consecuencias que implican ingresar de manera ilegal al país vecino, pero dicen que por el mismo sentido humano, “los migrantes deben recibir mejor trato”.
A los connacionales la “migra” los detectó al llegar a Phoenix, Arizona, por lo que ni siquiera lograron encontrarse con sus familiares, “apenas acabábamos de atravesar el desierto, éramos como diez en una camioneta, yo creo que a la Border (Border Patrol) se le hicimos sospechosos por nuestra apariencia después de caminar por varios días, nos paró y no tuvimos más opciones que entregarnos”, platicó Ángel.
“Nosotros buscábamos lo que muchos mexicanos buscan: llegar a Estados Unidos, ponernos a trabajar y enviar dinero a nuestra familia en México y esperar a ver que nos traía el destino, pero nunca nos imaginábamos que el ‘sueño americano’ nos llevaría a esto”.
DESCARTAN VOLVER
El par de mexicanos fue traído a la frontera sanluisina por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas hasta llegar a la delegación local del Instituto Nacional de Migración, donde recibieron una carta que comprueba su nacionalidad mexicana.
Con un cambio extra de ropa y una biblia, como “lo único bueno”, expresaron, que obtuvieron de Estados Unidos, esperaron en San Luis Río Colorado para que sus familiares les enviaran dinero, de esta manera regresar cada uno a casa tras el trago amargo que les dejó la búsqueda de una vida diferente y los motivó a declinar a la opción de volver a cruzar, al menos no por la vía irregular.