La Conferencia del Episcopado Mexicano rechazó la implementación de una cultura de muerte y violencia a través de la narco cultura mediante redes sociales e internet que hacen alusión a cultos distorsionados como el de la Santa Muerte.
En referencia a una playera impresa con la imagen de la Santa Muerte y la frase “Un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador”, la Conferencia del Episcopado llamó a evitar la “propagación de contenido dañino” que distorsiona los valores fundamentales de México y “erosiona el tejido social”.
“Como Iglesia, denunciamos enérgicamente esta glorificación de la violencia y hacemos un llamado a todos los sectores de la sociedad para que se unan en un rechazo total a estas prácticas destructivas”, escribió el CEM en un comunicado.
Cuestionado ayer sobre su posicionamiento, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que quien difundió la imagen de la playera tiene derecho a su libertad de expresión.
“Es como contradictorio, tiene que ver con la libertad, incluso religiosa, se habla de la muerte, pero es la Santa Muerte. No nos metamos en eso, ya tiene tiempo que se resolvió ese asunto en México antes que en cualquier otro país del mundo y se llama libertad religiosa, y tiene que ver con la libertad en general”, dijo el presidente.
De acuerdo con el Episcopado, México siempre ha sido un país caracterizado por demostrar valores como la fe, la familia, la convivencia, las tradiciones, la gastronomía, la poesía, la pintura, el arte, así como por abrir la puerta de sus sitios maravillosos.
En el mismo pronunciamiento, la Conferencia del Episcopado Mexicano aprovechó para defender los derechos humanos y rechazar contundentemente la Ley de Amparo que actualmente se discute en la Cámara de Diputados.
La iglesia señaló que México debe fortalecer leyes e instituciones que abonen a “a construir una sociedad donde se respete y valore la vida de cada ser humano”.
“Por ello, expresamos también nuestra preocupación ante cualquier confusión en la comprensión o eliminación del Juicio de Amparo, que constituye una herramienta esencial para la defensa de los ciudadanos ante arbitrariedades e injusticias por parte del Estado”, sentenció el Episcopado.
La Conferencia consideró que el país atraviesa un contexto de corrupción e impunidad que de por sí ya debilitan los instrumentos jurídicos y los derechos fundamentales de las personas.