No serán suficientes 300 millones de dólares para que arranquen las tres plantas productoras de fertilizantes que planea la Cuatroté entre 2022 y 2024, y mucho menos para que sean rentables, considera Luis Eduardo González Cepeda, presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos, A.C. (UMFFAAC).
“Es un paliativo, porque han estado abandonadas por mucho tiempo. Servirán para una ‘pintadita’ nada más, para darles una ‘limpiadita’, pero no para abastecer las necesidades que tiene el país”, agregó el ingeniero en entrevista a El Sol de México.
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El lunes pasado, el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, informó que se invertirán 300 millones de dólares para rehabilitar tres plantas productoras de fertilizantes en lo que resta de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador a fin de abastecer el mercado interno.
Las plantas serán la de amoniaco en Cosoleacaque (Veracruz), Pro Agroindustria en Allende (Veracruz) y Grupo Fertinal en Lázaro Cárdenas (Michoacán). La razón de su recuperación es la falta de oferta de fertilizantes desde Rusia y China, así como el conflicto bélico en Ucrania, lo que ha disparado los precios de estos insumos necesarios para el campo.
“La rehabilitación de tres fábricas en Cosoleacaque y Pro Agroindustria, ambas en Veracruz, y del Grupo Fertinal, en Lázaro Cárdenas, Michoacán, requiere tiempo para hacerlas producir eficientemente, si no, será dinero tirado a la basura”.
“Con esos 300 millones de dólares, como decimos acá, van a ser para una pintadita nada más, pero no son suficientes para hacerlas rentables”, agregó.
González Cepeda afirmó que “son muchos los factores que inciden en no tener producción de fertilizantes (en México)”, entre estos, la falta de materias primas de calidad, energía barata y seguridad en las inversiones.
En este contexto, recordó que productores en el corredor de Salamanca, Guanajuato, y también en Tamaulipas, dejaron de fabricar fertilizantes en México para irse a otros países que contaban con fuentes más económicas de materias primas.
Los problemas de inseguridad en esas regiones incrementaron los costos, lo que definitivamente los orilló a salir del país.
“Cuando estás en un país en donde no hay seguridad y que en cualquier momento pueden cambiar las reglas del juego, los inversionistas se van a otros países donde pueden tener su dinero más seguro”, agregó el presidente de la UMFFAAC.
SE DISPARAN PRECIOS
Luis Eduardo González explica que, en un cálculo conservador, el campo mexicano necesita 3.2 millones de toneladas de fertilizantes para el primer semestre de este año, con el agravante de que será mucho más caro comprarlos debido al encarecimiento de los precios, las dificultades para continuar las importaciones desde Rusia (que fueron de 30 por ciento el año pasado) y los problemas de logística, esto es el transporte de contenedores.
“Los fertilizantes subieron de enero de 2021 a enero de 2022 en algunos casos hasta 300 por ciento. Una tonelada que costaba siete mil pesos se encuentra arriba de 20 mil pesos. Y el conflicto Rusia-Ucrania los incrementó. De acuerdo a consultoras internacionales, por la invasión de Rusia a Ucrania se reportan aumentos de 180 por ciento en el precio de los fertilizantes”.
Además, países como Estados Unidos decidieron suspender por ahora la exportación de fertilizantes y priorizar su mercado interno.
Ante este panorama, el agricultor tendrá que ver la manera de ser más eficiente y lo más probable es que sea reduciendo la superficie a sembrar.
“Si no tengo suficiente fertilizante para las 15 hectáreas que voy a sembrar, solo siembro siete u ocho”, agregó.
El especialista consideró que incluso el programa de apoyo de fertilizantes que tiene el Gobierno federal no alcanzará a cubrir las necesidades de los pequeños agricultores en las zonas de más bajos ingresos de Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Puebla, Tlaxcala y Guerrero.
“Si (el dinero) se reparte diligentemente, alcanzará para 1.6 millones de hectáreas cuando tenemos necesidades de fertilización para más de siete millones de hectáreas, solo en el caso del maíz”.
“Solo cubrirá siete por ciento de las necesidades de producción. Es lo que el gobierno puede regalar. Ojalá sea un apoyo directo a los agricultores y no a cambio de votos”, señaló.