La Policía Federal brasileña arrestó este jueves al expresidente Michel Temer (2016-2018) en un caso vinculado a la Lava Jato, como es conocida la mayor operación de combate a la corrupción en la historia de Brasil y que destapó un gigantesco escándalo de desvíos de la petrolera estatal Petrobras.
La detención de Temer fue ordenada por el juez federal de Río de Janeiro, Marcelo Bretas, que también decreto el arresto del exministro Wellington Moreira Franco, un importante colaborador del expresidente y su correligionario en el partido Movimiento Democrático Brasileño (MDB), que fue detenido en esta ciudad.
La Fiscalía llegó a solicitar dos veces ante la Corte Suprema la apertura de juicios por corrupción contra Temer pero el Congreso se negó a autorizar los procedimientos, por lo que el avance de todas las causas en su contra dependía de que perdiera el fuero privilegiado con el fin de su mandato, lo que ocurrió el pasado 1 de enero.
Los procesos contra el exmandatario fueron remitidos a jueces de primera instancia una vez que perdió el fuero privilegiado, por lo que ya se esperaban medidas judiciales en su contra.
Temer se ha convertido en el segundo jefe de Estado en ser detenido en Brasil por casos vinculados al Java Jato ya que Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) cumple desde abril del año pasado dos condenadas de 12 años de prisión por corrupción y lavado de dinero.
Temer, que era el vicepresidente del país desde 2011 y asumió la jefatura del Estado en 2016 luego de que el Congreso destituyera a Dilma Rousseff por irregularidades en la presentación de las cuentas públicas, fue detenido en la mañana de este jueves en su residencia, en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil.
De acuerdo con fuentes judiciales, el exmandatario será trasladado a Río de Janeiro este mismo jueves para el respectivo examen de cuerpo de delito y para que rinda indagatoria ante el juez que ordenó su detención preventiva, es decir sin plazo para su liberación.
Lo más probable es que sea recluido en las celdas de la sede de la Superintendencia de la Policía Federal en Río de Janeiro, a donde son conducidos los detenidos por casos de la Lava Jato en esta ciudad.
La detención fue ordenada en el marco de una investigación abierta para verificar supuestas irregularidades en contratos firmados por empresas ya condenadas por la Lava Jato y Eletronuclear, la estatal que opera las plantas nucleares del país.
Según la denuncia, las empresas que se adjudicaron los contratos con Eletronuclear pagaron sobornos para favorecer a dirigentes del MDB, la formación liderada por Temer y cuyos dirigentes controlaron por muchos años todas las estatales del sector eléctrico del país.
Tales contratos sospechosos fueron firmados en 2016 cuando Temer ya presidía Brasil.
La denuncia fue hecha por el propietario de la empresa Engevix, José Antunes Sobrinho, que aceptó colaborar con la Justicia y delatar a sus cómplices en diferentes corruptelas a cambio de la reducción de sus condenas.
El empresario aseguró que pagó sobornos a petición del coronel de la reserva Joao Baptista Filma Filho, un amigo muy cercano de Temer y cuya prisión también fue ordenada, para adjudicarse uno de los contratos en la construcción de la central nuclear Angra 3.
De acuerdo con Antunes Sobrinho, el pago de las comisiones ilegales para favorecer al MDB era de conocimiento tanto de Temer como de Moreira Franco, que fue secretario general de la Presidencia y secretario de Aviación Civil en el Gobierno de Temer, así como secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia en el Gobierno de Rousseff.
El expresidente responde actualmente a diez procesos, cinco de los cuales estaban en manos de la Corte Suprema por el fuero privilegiado pero que ya comenzaron a ser analizados por jueces de primera instancia.
Las otros cinco investigaciones fueron abiertas en enero de este año, cuando Temer ya no contaba con el fuero privilegiado, por orden del magistrado Luis Roberto Barroso.