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A demás de golpear la estructura financiera de los llamados coyotes o polleros, Estados Unidos podrá extraditar a estos traficantes de personas, como parte de la nueva estrategia que la vicepresidenta Kamala Harris acordó durante su reciente visita a México y Guatemala para combatir la migración ilegal.
La estrategia, de acuerdo con información de la Casa Blanca, establece un plan coordinado entre los tres países, que por primera vez, combatirán este delito desde un enfoque que percibe a los polleros como “estructuras bien organizadas y no casos aislados”.
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Asimismo, a Estados Unidos le interesa que tanto México como Guatemala avancen en aplicar la extinción de bienes a coyotes para lo que la administración del demócrata, Joe Biden, ya empezó a proporcionar información y a requerir también a los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Giammattei para identificar y desarticular estructuras que se dedican al tráfico de migrantes.
El análisis exhaustivo de las redes de coyotaje será, de acuerdo con la información, columna vertebral de la nueva estrategia para debilitar esas bandas, junto con el congelamiento de cuentas bancarias y la extradición a Estados Unidos según la procedencia de los involucrados.
La entrega de mexicanos a la justicia estadounidense por tráfico de personas no es usual, como lo es, por ejemplo, por tráfico de drogas.
De acuerdo con datos oficiales de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), en los últimos tres años, la justicia estadounidense ha detenido a un total de 728 mexicanos acusados de tráfico de migrantes, la mayoría de los cuales, permanecen detenidos en prisiones estadounidenses.
Entre los objetivos de la nueva estrategia se prevé que la información financiera que comienzan a intercambiar las tres naciones pueda implicar a estructuras del coyotaje en lavado de dinero, para así congelar las cuentas bancarias de las redes criminales.
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