Papa Francisco y líderes religiosos rezan por la paz

Jorge Sandoval | Corresponsal

  · miércoles 21 de septiembre de 2016

EL pontífice y representantes de nueve religiones condenaron que se use el nombre de Dios para la violencia y actos de terrorismo.

ROMA, Italia. (OEM-Informex).- El papa Francisco yrepresentantes de nueve religiones utilizaron conjuntamente el armade la fe, la plegaria, para lanzar un apremiante llamado en favorde la paz, condenando al mismo tiempo que se use el nombre de Diospara la violencia y los actos de terrorismo que flagelan elplaneta.

En este contexto, en ocasión de la Jornada Mundial de laOración, se rezó para que cesen la violencia que provoca elnarcotráfico en México, las tensiones en Venezuela y para que seconsolide la paz en Colombia, donde el próximo 26 de este mes sefirmarán los acuerdos de paz entre el Gobierno local y las“FARC”.

El evento ecuménico se celebró 30 años después del granencuentro convocado en 1986 por Juan Pablo II entre las religionesdel mundo. Se trató de una gran intuición del Papa polaco queabrió la vía de un nuevo compromiso para las religiones (“...la oración ya es en sí misma una acción, pero esto no exime delas acciones al servicio de la paz”): frase recordada por elsecretario de Estado de Francisco, cardenal Pietro Parolin.

En 1986 el mundo estaba dividido por la Guerra Fría y pormuros, mientras que hoy se asiste a la que Bergoglio ha definido la“tercera  guerra mundial a pedazos”: conflictos locales,terrorismo, migraciones forzadas y violencias.

En su discurso, en la basílica dedicada a San Francisco, elPontífice argentino abordó varios de sus temas preferidos, comoel relativo a las víctimas de la guerra obligados a escapar de sustierras, “encontrando muchas veces el silencio ensordecedor de laindiferencia, el egoísmo de quien se molesta y la frialdad dequien apaga su grito de ayuda con la facilidad de quien cambia uncanal en televisión”. Subrayó por lo tanto que, “confrecuencia, a ellos se les da, como a Jesús, el vinagre amargo delrechazo”.

Exhortó por lo tanto a luchar para liberarse de la que definió“la gran enfermedad de nuestro tiempo: la indiferencia” haciaquienes sufren.

Bergoglio invitó a reflexionar sobre las palabras de Jesús(“tengo sed”) “en las que podemos escuchar -precisó- la vozde quienes sufren, el grito escondido de los pequeños inocentes aquienes no llega la luz de este mundo, así como la suplica de lospobres y de los más necesitados de paz...”. Y esas palabras-agregó- “imploran paz para las víctimas de las guerras quecontaminan a los pueblos de odio y a la tierra de armas”.

Durante la ceremonia se enumeraron en orden alfabético lospaíses en los cuales se registran conflictos, guerras oviolencias, con los consiguientes llamados e imploraciones en favorde la paz. México fue incluido en esta lista a causa de los“males causados por el narcotráfico”.

Precedentemente, en la homilía de la cotidiana misa matutina enSanta Marta, Francisco dijo que el espíritu de la reunión deAsís era rezar juntos a Dios por la paz, “más allá de lasdivisiones entre las religiones”, hasta sentir “la vergüenzade la guerra” y sin “cerrar el oído” al grito de dolor dequien sufre.

Significativamente, condenó nuevamente a quien usa el nombre deDios en la violencia, subrayando que “no existe un Dios de laguerra”. El Papa ha pronunciado esta denuncia en numerosasocasiones y no es difícil intuir a quiénes están dirigidas.

Sin embargo, en el conclusivo llamado de Francisco y de losdemás líderes religiosos presentes en Asís, se puntualizó demanera conjunta que “quien invoca el nombre de Dios parajustificar el terrorismo, la violencia y la guerra, no camina en sucamino: la guerra en nombre de la religión se convierte en unaguerra de la misma religión y con firme convicción reiteramos,por lo tanto, que la violencia y el terrorismo se oponen alverdadero espíritu religioso”.

En Asís, Francisco también almorzó en el convento de estaciudad del centro de Italia con los representantes de las diversasreligiones y con un grupo de refugiados de las guerrasafricanas.