A través de un comparativo del 2020 con el 2021, entre los municipios de Caborca y Cajeme, se logró apreciar un incremento del 45.36% en el número de homicidios dolosos en el Sur del Estado, específicamente en la región del Valle del Yaqui.
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Mientras que en la Perla del Desierto, la cifra disminuyó un 18.8%, en el periodo de enero a noviembre de 2021, de acuerdo con las cifras reveladas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Sin embargo, en 2020 los hechos violentos en Sonora siguieron con bastante presencia en la zona del desierto y Caborca con ejecuciones, privaciones de la libertad, así como enfrentamientos armados, entre autoridades y grupos delictivos.
Lo que dejó al municipio marcado en ese año con hechos violentos como el 16 de noviembre, al confirmarse la muerte de un menor de 4 años de edad, y tres personas más en la colonia Centro.
Al registrarse dos ataques armados en la ciudad ese mismo día, los daños colaterales dejaron sin vida al pequeño Tadeo Bernabé y a su padre Armando Carrillo sin vida, y dos fallecimientos más.
Cabe señalar que los delitos de alto impacto en Caborca, iniciaron el 21 de mayo, cuando personal de Sedena enfrentó a sujetos armados, así como los hechos provocados por un comando de presuntos sicarios alteró el orden de la ciudadanía, al incendiar una gasolinera, un tráiler y por asesinar a dos civiles.
Sumándose un total de 117 homicidios en 2020, dos feminicidios, 17 robos a casa habitación, siete a negocio, 72 vehículos hurtados; diez casos de violación, 172 de violencia familiar y 258 por narcomenudeo.
Érika Altamirano
Otro caso a destacar fue el de una joven de 28 años de edad en Caborca, Sonora; luego de ser privada de la libertad, las autoridades buscaron a Érika el 29 de octubre, pero el cuerpo de la joven fue localizado en la Carretera Federal, entre Quiroz y Mora.
En el interior de un vehículo completamente calcinado junto con el cuerpo, lo que causó indignación a los habitantes del municipio por la falta de seguridad.
A pesar de estos hechos registrados en 2020 en la Perla del Desierto, en el periodo comprendido de enero a noviembre de 2021, se registraron 95 asesinatos, cuatro feminicidios, 17 robos a casa habitación, diez a negocio, 67 vehículos hurtados, dos casos de abigeato, diez violaciones; 401 delitos de violencia doméstica y 202 por narcomenudeo.
Al respecto, la directora e investigadora del Observatorio Sonora por la Seguridad señaló que en 2020, Cajeme ya registraba una cifra alarmante en muertes violentas, mientras que en Caborca se mantuvieron por debajo.
“Teniendo conocimiento de que Caborca registró una variedad de hechos violentos durante 2020, mientras que los homicidios se mantuvieron menores a los que Cajeme definitivamente hubo mayor impacto de lo ocurrido en Caborca”, explicó.
Por otra parte, en el Sur del Estado en la región del Valle del Yaqui, los delitos de alto impacto permanecieron en aumento desde el 2020, al registrarse 366 homicidios.
Mientras que en el periodo de enero a noviembre de 2021, Cajeme registró 532 asesinatos, un 45.36% más y en la Perla del Desierto sólo fueron 95, 18.8% menos.
“Definitivamente la situación en Cajeme es una que impacta el Estado de manera impresionante y que haya registrado más hechos violentos que otros municipios se debe a una serie de circunstancias”, aclaró Krimilda Bernal Hoyos.
Algunos de los casos relacionados a esta ciudad, se deben como señala la investigadora de Observatorio Sonora por la Seguridad al desarrollo social, la impunidad, el abandono y las negligencias institucionales que se gestaron.
Sin embargo, se trata de asuntos con años en mención que actualmente es difícil de solucionar, ya que Ciudad Obregón alcanzó en 2020 el cuarto lugar como la ciudad más violenta del mundo.
“Definitivamente las personas encargadas de tomar decisiones deben priorizar distintos ejes que no solamente son en cuanto a seguridad, como mencioné sobre desarrollo social, atención al consumo problemático de sustancias, reducción de violencia hacia mujeres, niñas y adolescentes y apoyo económico a las personas del campo”, manifestó la directora del Observatorio Sonora por la Seguridad.
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Cabe señalar que en Cajeme, el feminicidio pasó de sólo tres casos en 2020 a siete en 2021, mientras que el robo a casa habitación pasó de 225 a 165, en el caso de comercios fue de 223 a 156, de vehículos 452 a 319, abigeato de 21 a 18, narcomenudeo de 277 a 418, en violaciones de 25 a 32 y en violencia familiar pasó de 603 a 888 casos.
“La situación con la etnia Yaqui que también es un problema se ha visto a lo largo de los años y también son poblaciones afectadas y no nada más son los yaquis, todas las personas que viven en la zona de Cajeme, Pueblo Yaqui, Obregón etcétera”, finalizó.
