La Carretera Internacional número 15 se ha convertido en la línea divisoria entre dos grupos delictivos que buscan apoderarse de Magdalena, Santa Ana e Ímuris a fin de facilitar el trasiego de drogas hacia la frontera Norte.
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Desde hace un año, los enfrentamientos armados, los cuerpos encontrados sin vida, los vehículos tripulados por gente con equipo táctico ha ido en aumento en el Norte de Sonora, lo que ha provocado que comerciantes cierren negocios, pobladores no salgan de su hogar y lo que antes era un Pueblo Mágico ya no sea visitado por turistas.
Néstor Manuel Plascencia, director operativo de la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP), explicó que cuando se pensaba que la situación estaba controlada, los enfrentamientos se volvieron a presentar de manera seguida por lo que desde el año pasado se tuvo que establecer una base fija de operación que cubre la zona de Magdalena y Santa Ana, misma que es apoyada por Tubutama, Nogales y Benjamín Hill.
“Se habla a nivel federal, estatal y municipal de que son dos grupos los que se están pugnando esa zona, que la parte de Altar y el Sáric contra el otro lado de la Internacional, que sería Cucurpe y Santa Cruz”, explicó en entrevista con El Sol de Hermosillo.
Lo que buscan, dijo, es la zona de Magdalena, Santa Ana, Ímuris y las poblaciones cercanas al ser consideradas como un punto de impulso para el trasiego hacia Nogales y la frontera con Estados Unidos.
“Anteriormente habíamos tenido problemas, pero se había contenido, se había controlado, pero volvió a surgir esa pugna”, por lo que actualmente la Policía Estatal de Seguridad Pública cuenta con cuatro grupos operativos, de entre 20 a 25 personas, que se suman al personal de la Policía Municipal, la Guardia Nacional y el Ejército.
El comandante operativo explicó que se está dando prioridad a la seguridad de los pobladores, por lo que se concentran en el casco urbano y rancherías, en dado caso de que se presente algún hecho se van directamente a atenderlo.
Aseguró que la zona más complicada es la rural, ya que convergen varios caminos, veredas y salidas que se tienen que cubrir, y los delincuentes conocen perfectamente la zona.
“El estado de fuerza se divide de día y de noche, todas las mañanas se hace una reunión con todas las corporaciones y ahí mismo se decide qué zona se va a trabajar o si hay algún reporte en específico en alguna zona se va directamente”, detalló.
Por el momento, señaló, sólo se está trabajando por tierra, pero informó que ya se solicitó el apoyo aéreo y están en espera de que la Guardia Nacional o alguna otra corporación los pueda ayudar a fin de realizar operativos más extensos.
Pese a que consideró que la situación es complicada, aseguró que se está trabajando muy fuerte para que la ciudadanía se sienta un poco más tranquila y las actividades se vuelvan a reanudar.
“Yo creo que ya podrían empezar a tener un poquito más de tranquilidad, sé que ha sido muy reciente, pero sí hemos estado constantes y trabajando en la zona de manera coordinada, lo que nos va a permitir que sientan esa tranquilidad, que vean a la Policía Estatal, Policía Municipal, Ejército y Guardia Nacional trabajando en conjunto y haciendo un mayor estado de fuerza.
Lo que necesitamos es proteger toda la ciudad, proteger comercios, a la ciudadanía y luego empezar a planear un poquito cómo extendernos a la zona rural, la zona rural es la más complicada porque realmente quienes conocen esa zona son ellos, entonces entrar en esas zonas tenemos que hacerlo muy en específico, muy trabajado y pensado”, detalló.
Por el momento se enfocarán en el casco urbano de Magdalena y Santa Ana para tratar de regresar la tranquilidad.
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Asimismo, solicitó el apoyo de la ciudadanía para denunciar al 911 cualquier situación extraña o irregular en el lugar, ya que eso les ayuda a trazar líneas de investigación y atacar a los grupos delictivos de manera directa.
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