Una tensa calma se vive en el puerto de Guaymas tras la serie deataques armados que costaron la vida de al menos cuatro agentes dela Policía Municipal y donde, además, resultaron heridos degravedad otros tres uniformados.
Fue cerca de las 12:00 horas que las metralletas comenzaron aretumbar en calles del Centro de Guaymas, cuando a la altura deSerdán y Nueve comenzó la ola de ataques que continuaron hasta lacalle Serdán y 15.
De acuerdo a la información obtenida, el blanco del primerataque fueron los uniformados a bordo de la unidad 181 de lacorporación municipal, quienes se encontraban en recorridos devigilancia habituales y fueron sorprendidos por los tripulantes deuna camioneta gris, quienes abrieron fuego usando rifles de gruesocalibre.
Como consecuencia de estos hechos fueron los elementos MarlonD., Enrique A.R., Pedro C.V, Dulce Alejandra R. y el oficial deTránsito Abraham G. C. quienes perdieron la vida, mientras que losagentes Francisco P., Manuel R. y Rico S., resultaron lesionados,informándose después de la muerte del agente Pedro, misma que noha podido confirmarse.
Tras la serie de balaceras, varios operativos con laparticipación de fuerzas de los tres niveles de gobierno sedesplegaron por la ciudad portuaria los cuales dieron como primerosresultados la ubicación de una camioneta Nissan Pathfinder colorgris, donde los sicarios dejaron abandonado equipo táctico, asícomo dos cargadores de “cuerno de chivo” calibre 7.62 X 39milímetros.
Versiones extraoficiales afirman que fueron hasta sieteejecutados.
No obstante lo anterior, de manera extraoficial y ante elpatente silencio por parte de las autoridades, algunas fuentescercanas en la ciudad han manifestado que fue a todo el grupo deoperaciones tácticas de Guaymas al que los sicarios liquidaron,hablándose de hasta siete uniformados fallecidos.
En un principio se habló de cinco oficiales abatidos, cifra queen el transcurso de la tarde fue aumentando hasta llegar amanejarse que fueron siete las víctimas, lo cual no ha sidoconfirmado ni desmentido por las autoridades, quienes guardan uncompleto silencio respecto al tema, desde la Secretaría deSeguridad Pública hasta la Fiscalía General de Justicia delEstado.
Del mismo modo, no se ha descartado la posibilidad de que estoshechos obedezcan a la serie de conflictos entre grupos del crimenorganizado que operan al Sur de Sonora, toda vez que a finales delmes de julio se dio una gran polémica en el puerto cuando un grupode agentes municipales de Guaymas presuntamente “entregó” aunos jóvenes a un presunto grupo de sicarios rivales.