De 2018 a la fecha, en Sonora se han registrado un total de 108 ejecuciones de policías, de acuerdo con el Registro de Policías Asesinados de Causa Común, contando el doble homicidio del comisario de San Luis Río Colorado y su escolta, lo que se traduce en indignación para la corporación y las instituciones de Seguridad Pública, indicó Marco Paz Pellat.
El presidente del Comité Ciudadano de Seguridad Pública (CCSP) señaló que el organismo rechaza el indignante asesinato del comandante Gerardo Camacho Ramírez, titular de la Policía Municipal en SLRC, y de su escolta, Jesús Ortiz.
“Pedimos a las autoridades que este lamentable hecho se investigue de forma efectiva, se esclarezca el móvil y se castigue a los responsables, así como llevar a cabo acciones categóricas para la resolución de los asesinatos de policías que hasta hoy siguen impunes”, comentó a través de un comunicado.
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Recordó que en 2018 se reportaron 13 homicidios de policías, en 2019 fueron 23, en 2020 fueron 21, en 2021 fueron 12, en 2022 fueron 18, en 2023 fueron 19 y en lo que va del 2024 se han reportado estos dos casos, por lo que se pide pronta resolución a los que no han sido esclarecidos.
Asimismo, puntualizó que en el 2019 se reportó el mayor número de asesinatos, con 23 casos; seguido por el año 2020, con 21 casos; así como el 2023, con 19 homicidios de policías, por lo que se espera que la cifra no sea rebasada en fechas siguientes.
De acuerdo con las estadísticas sobre policías asesinados, realizada por el CCSP, Cajeme encabeza la lista con más casos de elementos ejecutados, con un total de 24; le sigue Guaymas con 23, San Luis Río Colorado con 18 y Hermosillo con 14, entre otros.
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Por tanto, Paz Pellat reiteró que es necesario que las autoridades encargadas de procurar la justicia se encarguen de esclarecer estos casos, que sin duda dificultan la labor de elementos de Seguridad Pública, quienes tienen la tarea de servir y proteger.
Lo anterior, también debe corresponderse con una justa remuneración, pues a pesar de exponer sus vidas para proteger a la ciudadanía, los sueldos que perciben no son suficientes para vivir dignamente, lo que puede orillarlos a caer en la corrupción, y por consiguiente, involucrados con el crimen organizado.
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