Existe un crecimiento importante en cuanto a los casos de violencia sexual en el Estado, pues desde el año 2017 a julio del 2021 se han registrado un total de 4 mil 317 delitos de este tipo y solo una de cada 100 víctimas tuvo la posibilidad de recibir justicia.
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De acuerdo a datos del Comité Ciudadano de Seguridad Pública Sonora (Ccsps), el 75.8% de las denuncias por abuso sexual se concentran en Hermosillo con 217 casos, Cajeme con 58, Agua Prieta con 31, San Luis Río Colorado con 31 y Navojoa con 24.
Además, durante el primer semestre de 2021, a nivel estatal solo el 0.4% de las situaciones de violencia sexual se denunciaron ante una institución de impartición de justicia.
Aunado a esto, el Ccsps informó que en los primeros seis meses del presente año 86 mil 792 sonorenses enfrentaron alguna situación de acoso personal o violencia sexual en lugares públicos.
Al respecto, Marco Antonio Paz Pellat, vocero de los comités ciudadanos de Seguridad Pública de Sonora y Hermosillo, declaró que este tema es muy preocupante, sobre todo, porque no está visibilizado y no hay suficiente conciencia.
“¿Dónde están los principales delitos?, en abuso sexual son mil 983 delitos, es el mayor tipo de delito que hay; violación simple fueron mil 052 denuncias, la clasificación de otros delitos que atentan contra la libertad y seguridad sexual con 689 denuncias, hostigamiento sexual con 208 denuncias, violación equiparada con 205 denuncias, acoso sexual con 177 denuncias e incesto con 3 denuncias”, apuntó.
De enero a junio de 2021 se han abierto 809 carpetas de investigación, cifra que deja ver que este será el peor año, en materia de violencia sexual, debido a su crecimiento y se podrían romper récords en denuncias y apertura de carpetas.
Agregó que el problema con este delito, es la poca denuncia, pues desafortunadamente, ésta no llega ni al punto porcentual y otra forma de ver los resultados, es revisar la Encuesta Nacional de Seguridad Pública, que mide en 2 municipios, Hermosillo y Nogales, donde se establece que el tamaño de este problema podría ser de 86 mil 792 mujeres que sufren algún problema de acoso personal o violencia sexual.
“Me parece una cantidad increíblemente grande, nada más en estos municipios han sufrido alguna situación de agresión sexual, sería igual a la población de Caborca o 5 veces los asistentes al Estadio Sonora, quiere decir que en Sonora solamente se denuncia el 0.4%, eso es terrible”, dijo.
Cabe señalar que debido a que existe poca denuncia, cierra la posibilidad de que se haga justicia con quienes han sido afectadas y se castigue a quienes han afectado, pues las estadísticas hablan de solo una de cada 100 víctimas, tuvo la oportunidad de recibir justicia.
Ante esto, añadió que además de promover la denuncia, también se debe explorar y difundir las alternativas que tiene la gente, lo que significa el castigo de este delito y saber que quienes sean procesados recibirán penas ejemplares y, por otro lado, romper el problema cultural que inhibe este tipo de denuncias, pues la denuncia es mal vista.
“Necesitamos tener programas de apoyo a las víctimas, desafortunadamente este tipo de violencia se puede repetir en varios procesos, una de ellas son las secuelas que deja la violación, se ejecuta en la mayoría de los casos, son familiares cercanos, imagina vivir ese ambiente de terror”, expresó.
Por ello, es necesario dar apoyo psicológico y refugio, así como seguridad a las víctimas, para que estén a salvo con la denuncia, mencionó, a partir de los feminicidios se activó la Alerta de Género en Sonora, sin embargo, si no hay recursos económicos, un programa de acción inmediata y no se le da seguimiento, servirá de muy poco.
“En la red hay un montón de denuncias, ahí están saliendo todo el cochinero que hay en muchas instituciones públicas, dentro de la propia sociedad; otro elemento importante, es darle voz a los colectivos que defienden a las mujeres frente a esta violencia sexual y de otro tipo”, aseveró.
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Paz Pellat destacó que de acuerdo a lo que han podido recabar durante sus investigaciones junto con otras organizaciones, es el miedo a denunciar lo que prevalece, pues en muchos de los casos, los agresores son familiares cercanos, un padre, un padrastro, tío, hermano, amigo muy querido de la familia, quienes someten a las víctimas para que no hablen y por otro lado, es que no están siendo efectivos en materia de denuncia y sentencia del delito, pues pocas de ellas se procesan.