La mañana de este domingo el colectivo de Madres Buscadoras de Sonora despertó al mundo con la denuncia de una desaparición; pero esta no se trataba de una de las miles de personas que busca este grupo, sino de una de sus integrantes.

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Según revelaron las Madres Buscadoras, fue durante la noche del sábado que un presunto grupo de hombres armados “levantaron” a Leticia Álvarez, quien de forma incansable continúa la búsqueda de su esposo y su hijo desaparecidos hace más de un año, en julio y agosto de 2020 respectivamente.

Entre exigencias al gobernador Alfonso Durazo para responder por la falta de fuerzas de seguridad destinadas a proteger a las integrantes de estos grupos, las Madres Buscadoras encabezadas por Cecilia Flores se trasladaron a la Fiscalía General de Justicia para interponer la denuncia y esperar los resultados de las autoridades. Al mismo tiempo se preparaban para iniciar su propia búsqueda, lo que mejor saben hacer.

En la mente del colectivo permanece la memoria de Aranza Ramos, quien formaba parte de Madres Buscadoras hasta su muerte en julio de este año, cuando fue asesinada en la comunidad de Ortiz, Sonora, tras convertirse en la primera mujer en reportar el hallazgo de fosas clandestinas en la zona. Aranza, al igual que Leticia Álvarez, buscaba a su esposo.

A las 7:00 horas del domingo las buscadoras salieron en búsqueda de campo para localizar a su integrante quien, según mantienen desde entonces, fue privada de su libertad en presunta represalia por sus labores con el colectivo.

No sería hasta alrededor 09:00 horas de ese mismo día que por vía telefónica se les comunicó que su compañera fue localizada con vida, aunque no en el mejor estado de salud. Según los reportes preliminares del caso y el mismo testimonio de las Madres Buscadoras, Leticia fue encontrada a salvo aunque “fuertemente golpeada” por sus captores antes de ser liberada.

Hasta el momento no se ha revelado más información de la identidad o motivaciones de los agresores, pero esta es el más reciente acto de intimidación y violencia que han sufrido las Madres Buscadoras, quienes en los últimos meses han reportado amenazas contra su integridad por los trabajos de búsqueda que realizan.

Este mismo mes el colectivo inició una huelga de hambre frente a las instalaciones de la Fiscalía General de la República, en Ciudad de México, para que el gobierno respondiera con seguridad ante los riesgos que corre su vida por parte de grupos del crimen organizado. Las hostilidades han ido en aumento desde la muerte de Aranza Ramos.

Autoridades federales se comprometieron a brindar apoyo al colectivo poco después del establecimiento de la huelga, cuando fueron recibidas por Abel Galván Gallardo, el titular de la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Desaparición Forzada.

Leticia Flores fue trasladada al hospital donde se atendieron sus heridas mientras era custodiada por elementos de seguridad que acudieron al lugar para resguardarla a ella y a sus compañeros de mayores represalias.