San Luis Río Colorado, Sonora.- Una pena histórica de 56 años, logró la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) contra una pareja imputada en el delito de feminicidio.
Gloria Karina “N.”, de 35 años, y Alberto “N.”, de 37, recibieron la sanción por el Juez Oral Penal en la audiencia de individualización, celebrada el pasado 1 de marzo.
El hecho se registró el 4 de noviembre de 2017, donde la Policía Municipal tuvo conocimiento de la privación ilegal de una persona en callejón San Francisco y San Felipe.
El compañero de la afectada declaró que estaban a bordo de un vehículo Ford Grand Marquis blanco, modelo 1999, cuando arribaron los imputados y agredieron a la joven con un arma blanca.
Gloria Karina “N.” le reclamó fuerte, posteriormente bajaron al hombre y se llevaron a la perjudicada al domicilio del imputado, en callejón Santo Domingo y San Alberto, colonia Aeropuerto.
Investigaciones posteriores revelaron que entre ambos le causaron varias lesiones contusas en el cuerpo, un traumatismo craneoencefálico, así como diversas heridas punzocortantes.
Fue privada de la vida por asfixia por estrangulamiento, para después los acusados realizar una excavación de baja profundidad donde depositaron el cuerpo de la víctima.
Iniciaron una fogata, a la cual echaron madera para avivar el fuego, logrando quemar el cuerpo, incluso ya sin vida todavía le provocaron dos heridas a la joven mujer.
Elementos de Seguridad Pública Municipal acudieron al domicilio y sorprendieron en flagrancia delictiva a la pareja, encontrando el cuerpo en avanzado estado de calcinación.
Así como la declaración de policías municipales en su carácter de primeros respondientes, elementos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) que establecieron los actos de investigación que realizaron para el esclarecimiento de los hechos.
Además de la participación de testigos, quienes gracias a su testimonio fue posible determinar la plena culpabilidad de ambos acusados.
Durante la audiencia, fue escuchado el testimonio de la señora Lina “N.”, madre de la occisa, quien narró que la víctima se trataba de su única hija y pudo reconocerla gracias a los tatuajes y cicatrices característicos, ya que su rostro no fue incinerado, pero estaba sumamente flagelado.
Por su parte, la defensa pretendió sembrar al Juez una duda, ya que sus testigos, familiares de los acusados, pretendieron ubicarlos en un lugar distinto al momento de la comisión de estos hechos, asimismo intentaron alegar una ilegal detención.