Atado al vidrió frontal de un automóvil en movimiento, fue expuesto un supuesto ladrón, luego de que vecinos de la colonia Insurgentes, ubicada al Norte de la ciudad de Hermosillo, presuntamente lo capturarán cuando intentaba sustraer cosas de valor.
A través de redes sociales, se difundió el video, donde se muestra al implicado sin camiseta, sujeto al parabrisas de un vehículo sedán, color rojo, mismo que lleva una bocina en la parte superior, donde el conductor informa a los habitantes del sector su captura, mientras este, intenta persuadir a los espectadores para ser liberado, sin embargo, el automóvil no detuvo su marcha.
“No agarré nada, jefe no agarré nada, bájeme por favor”, exclamaba el presunto, mientras los espectadores grababan y celebraban el momento, pues comentaban que se trataba de un ladrón de la colonia Insurgentes y López Portillo, no obstante, se desconoce a donde fue trasladado por los individuos que lograron capturarlo.
Era una broma: Policía Municipal
Sin embargo, para la sorpresa de los ciudadanos, todo se trataba de una broma orquestada por dos jóvenes, de acuerdo con la Policía Municipal.
La dependencia municipal informó que fueron arrestados por alterar el orden público, al simular la detención de una persona que supuestamente les había robado.
Por las calles de la colonia López Portillo grabaron un video para subirlo a sus redes sociales; uno de ellos iba atado al cofre de un carro y mediante un altavoz el otro lo señalaba como ratero.
Eduardo N y Luis N, quedaron asegurados el jueves por la noche, en la calle Bacerac y Reforma al presentarse los agentes de la unidad 1023, donde los involucrados explicaron que se trataba de una broma y que fingieron para grabar un video en Youtube.
Pero vecinos del lugar pensaron que se trataba de un hecho verídico, ya que hasta ayuda les pidieron para que se comunicaran al 911.
Una vez que llegaron los agentes municipales, Eduardo N, les comentó que sólo grababa un vídeo para una página web, pero de igual forma fueron presentados al Ministerio Público, donde el juez calificador determinó que se trataba de una falta administrativa por escandalizar y alterar el orden público.