Los 12 ventiladores pediátrico-adulto que la empresa mexicana Fulle Hen importó de Estados Unidos, para vender al ayuntamiento de Puebla, -y que por desencuentros entre el gobierno del estado y el municipal, ya no estarán disponibles para los enfermos graves de Covid-19 en la entidad- están en óptimas condiciones de funcionamiento.
A través de un comunicado, la empresa aclaró que los 12 equipos de Ventilación Puritan Bennett, modelo 840, cuentan con extraordinarias características, y fueron sanitizados externamente, a través de líquido quirúrgico y de manera interna con gases sanitizados.
Fulle Hen sostuvo que desde un principio, aclaró a las autoridades, que los equipos eran reacondicionados, ya que el tiempo de entrega de un equipo nuevo marca Medtronic, va de 3 a 5 meses y por la urgencia en la entidad, se necesitaban de inmediato.
Señaló que los ventiladores fueron probados por el laboratorio estadounidense The Amms Group INTL, en donde se comprobó su óptimo funcionamiento, un requisito indispensable para su importación al país.
“Los equipos tienen una vida útil de 20 años, siempre que cuenten con los mantenimientos preventivos y correctivos en tiempo y forma, y 1 año de garantía después de instalados. No son baratijas, equipo en desuso, inservible, de desecho, ni infectados como dijeron las autoridades. Lamentamos que conflictos políticos, haya privado a los ciudadanos de contar con 12 equipos de calidad”, sostuvo la empresa.
Los ventiladores, en cuanto entraron a México, recibieron los permisos de Cofepris, y posteriormente, el laboratorio Biossmann -con más de 60 años de experiencia- inspeccionó y validó los equipos a través de pruebas parametrizadas, siendo el resultado satisfactorio en cada uno ellos.
El ayuntamiento de Puebla, en conjunto con la Secretaría de Salud del estado, realizaron una inspección efímera de los equipos de carácter ocular, sin ningún apoyo técnico ni científico. Cabe recordar que el pasado 13 de abril, el municipio de Puebla puso a disposición de los ciudadanos 15 millones de pesos, a través del gobierno del estado, a lo cual, las instituciones de salud estatales solicitaron que el donativo fuera en especie: ventiladores de terapia intensiva.
Sin embargo, ante los desencuentros entre ambos niveles de gobierno, no se permitió a la empresa instalar equipo altamente efectivo, escaso y tan necesario en estos tiempos, pues Fulle Hen ya tiene compradores en otras entidades del país, ante el aumento en los casos positivos de Covid-19.
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