Acapulco, Guerrero.- Turistas que arriban a la zona de Caleta y Caletilla se ven obligados a caminar sobre las aguas negras que brotan de las alcantarillas del drenaje sanitario que se encuentra totalmente colapsado. Aunque algunos usan cubrebocas, describen el olor como algo insoportable.
Según los prestadores de servicios turísticos y restauranteros de la zona, el brote de las aguas por donde caminan los turistas al llegar a la playa de Caleta tiene varios días. Y a pesar de que el problema se ha denunciado a la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (Capama), ésta no ha dado solución al problema que ya da una mala imagen al puerto turístico.
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“Tenemos varios días con este escurrimiento de agua en la calle principal de Caleta, además está provocando olores fétidos que molestan a los miles de visitantes que están llegando a la zona tradicional en esta temporada de vacaciones de verano. Es urgente que las autoridades intervengan para terminar con los escurrimientos”, expresó el prestador de servicios Arturo Calixto Pérez.
Agregó que el escurrimiento de las aguas negras se ubica frente a la zona de fondas del mercado Santa Lucía, sitio donde acuden cientos de turistas nacionales para comprar sus alimentos, sin importar el riesgo de salud que esto representa.
El restaurantero Carlos Piza manifestó que la zona de Caleta y Caletilla es la más olvidada de toda la zona tradicional de Acapulco por parte de las autoridades, muestra de ello son los escurrimientos de las aguas negras que en ocasiones llegan hasta la playa.
También por los abusos de vendedores y propietarios de algunos establecimientos comerciales que cobran cantidades exageradas a los turistas por estacionarse en la vía pública, además de la falta de servicios como recolección de basura.
Otro punto donde los turistas tienen que soportar los olores nauseabundos es en la esquina de la calle Juan de la Cosa y avenida Costera, donde desde un drenaje colapsado fluyen aguas negras que van a dar directo al mar.
Asimismo, otro brote de aguas negras se registra en la playa Tlacopanocha de Acapulco, donde se siguen bañando decenas de turistas.
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Sin restricción alguna y sin ningún letrero de alerta a los bañistas por el riesgo que representa ingresar a estas aguas contaminadas, los vacacionistas disfrutan de momentos de esparcimiento poniendo en riesgo su salud.
El olor fétido que se percibe no es impedimento para sumergirse entre esas aguas negras revueltas con el mar.
Hace unos días, en un recorrido de la alcaldesa Abelina López Rodríguez y funcionarios municipales, se negó el señalamiento de Cofepris respecto a la contaminación por enterococos en tres playas del puerto que fueron declaradas como no aptas para bañistas, que son Manzanillo, Hornos y Suave.
Nota publicada en El Sol de Acapulco
